Un total de 18 de las 46 mujeres asesinadas por violencia de género en lo que va de 2022 –sin contar los últimos casos que aún están por confirmar, como el de la mujer embarazada asesinada en Toledo– habían presentado denuncia contra su agresor, lo que supone que se ha duplicado el número de víctimas mortales que habían denunciado previamente.
Según los datos recogidos por Europa Press del portal estadístico de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, de las víctimas mortales por violencia machista en 2022, casi un 40% de ellas, 18 de las 46 mujeres asesinadas, habían presentado denuncia contra su pareja o expareja, frente a 28 que no la habían presentado.
Con respecto a los dos años anteriores, se ha duplicado el número de mujeres asesinadas que había presentado denuncia. Así, en 2020 fueron 8 de las 49 mujeres asesinadas las que habían denunciado previamente a su agresor; en 2021, fueron 10 de las 48 mujeres asesinadas; y este año, 18 de las 46 mujeres asesinadas.
En todo caso, en 2022, solo en diez casos se habían adoptado medidas de protección para la víctima y en seis de ellos, estas medidas ya no estaban vigentes, bien porque había finalizado el periodo de vigencia, bien por otros motivos.
«Llevamos un mes negro», ha valorado la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, en declaraciones a Europa Press, al tiempo que ha pedido prestar «especial atención» a la valoración del riesgo de las víctimas de violencia de género.
«Una de las cuestiones a las que hay que prestar especial atención este año es que por primera vez estamos viendo que se está duplicando el número de víctimas mortales que habían presentado denuncia, ahora prácticamente son la mitad y está mal fallar a las mujeres, es una desgracia que no se puede permitir», ha denunciado Besteiro.
Ante este repunte, la presidenta de Mujeres Progresistas ha reclamado una mayor formación de los operadores jurídicos y, sobre todo, «prestar atención a la valoración del riesgo», es decir, valorar mejor el peligro que corre la víctima. Precisamente, ha puesto de manifiesto que, de las mujeres asesinadas en lo que va de año, «solo cuatro tenían medidas de protección vigentes».
En concreto, ha señalado que un «dato muy preocupante» es que «son muy pocas las peticiones de valoración forense». Además, ha lamentado que las Unidades de Valoración Forense Integral previstas en la ley contra la violencia de género «todavía no existen en todas las comunidades autónomas» o no disponen de «los medios suficientes».
Además, considera que estas unidades no solo deben llegar a los juzgados de violencia contra la mujer sino también a los juzgados de familia, a los que acuden «muchas víctimas» para «poner fin a su relación con su maltratador».
Aunque en estos momentos son 46 las víctimas confirmadas por violencia machista en 2022, este número podría aumentar en las próximas horas de confirmarse los últimos casos que se están investigando como el de una mujer de 32 años en Escalona (Toledo), que se encontraba embarazada y a punto de dar a luz; el de una mujer de 45 años en Bilbao, y otros dos casos en Madrid y Benidorm.
En caso de confirmarse como violencia de género el asesinato de la mujer embarazada, a la que se practicó sin éxito una cesárea para intentar salvar la vida del bebé, se desconoce si se consideraría al bebé como víctima de violencia de género, ya que aún no había nacido.
Según el artículo 30 del Código Civil, «la personalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez producido el entero desprendimiento del seno materno», aunque el artículo 29 señala que «el concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables», siempre que nazca con las condiciones que expresa el artículo 30.
Para la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, aunque el bebé no hubiera nacido, debería ser considerado como una víctima de violencia de género.