Las autoridades de Ucrania han criticado las recientes declaraciones del antiguo secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger en las que abogó por integrar los «cambios estratégicos» causados por la guerra para «lograr una paz a través de unas negociaciones», que han llevado a Kiev a manifestar que «incluso tras diez meses de guerra, no ha entendido nada».
El asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, ha afirmado que Kissinger «no ha entendido la naturaleza de esta guerra ni su impacto sobre el orden mundial» y ha dicho que el exsecretario de Estado «propone una receta simple, aunque le dé miedo decirla en alto»: «apaciguar al agresor sacrificando parte del territorio de Ucrania con garantías de no agresión contra otros estados de Europa oriental».
«Kissinger no entiende que si queda claro a toda la potencial escoria que no hay adultos en casa, es decir, que el Derecho Internacional no funciona, eso significa que la seguridad de los países no nucleares sólo puede garantizarse con la presencia de armas nucleares, y no estoy seguro de que le fuera a gustar el curso de los acontecimientos», ha argüido.
En este sentido, ha incidido que «todos los que apoyan ‘soluciones simples’ deben recordar lo obvio: cualquier acuerdo con el demonio, una mala paz a expensas de territorios de Ucrania, será una victoria para (el presidente ruso, Vladimir) Putin y una receta de éxito para los autócratas de todo el mundo».
«Eso sólo aumentará el apetito de Rusia, incrementará significativamente la agresividad de Rusia, multiplicará nuevos conflictos en el mundo, convertirá los misiles en una herramienta de las relaciones internacionales y llevará a una era de inestabilidad en una nueva búsqueda atómica por parte de estados no nucleares», ha explicado.
Podoliak ha subrayado en un mensaje en su cuenta en Telegram que «la única forma posible de poner fin a la guerra y lograr la paz es a través de la vuelta al respeto del Derecho Internacional», lo que incluye «la liberación de territorios ucranianos, un juicio a los criminales de guerra rusos y que Rusia pague reparaciones durante muchos años».
«Afortunadamente, esto está siendo entendido por cada vez más gente en las capitales occidentales a ambos lados del océano. Lo escuchamos de (el secretario general de la OTAN, Jens) Stoltenberg y (el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y Seguridad Común, Josep) Borrell, de (el presidente de Alemania, Frank-Walter) Steinmeier) y del secretario de Estado (estadounidense, Antony) Blinken», ha dicho.
«Esto significa una cosa: el tiempo de los ‘sovietólogos’ y aquellos a los que les gusta sacrificar una parte de Europa en cualquier situación incomprensible terminó con la caída del Muro de Berlín. Es momento de un liderazgo responsable», ha remachado el asesor de la Presidencia ucraniana.
Kissinger indicó en una columna publicada el 17 de diciembre en ‘The Spectator’ que «ha expresado en repetidas ocasiones su apoyo por el esfuerzo militar aliado para impedir la agresión rusa contra Ucrania», si bien recalcó que «el objetivo del proceso de paz debe tener dos partes: confirmar la libertad de Ucrania y definir una nueva estructura internacional, especialmente para Europa central y oriental».
Así, resaltó que si la definición de fronteras «no puede lograrse a través del combate o las negociaciones, podría exporarse el principio de autodeterminación» a través de «referéndums supervisados internacionalmente de cara a la autodeterminación de territorios particularmente divisivos que han cambiado de manos en repetidas ocasiones durante los siglos».
Kissinger se mostró además en desacuerdo con «lograr que Rusia quede impotente a causa de la guerra» y afirmó que «con toda su propensión a la violencia, Rusia ha hecho contribuciones decisivas al equilibrio global de poder desde hace medio milenio». «No debe degradarse su papel histórico. Los reveses militares de Rusia no han eliminado su alcance nuclear, lo que podría amenazar con una escalada en Ucrania», zanjó.
Deja una respuesta