El Frente Polisario ha afirmado que el reconocimiento por parte de Israel de la soberanía de Marruecos sobre el territorio de Sáhara Occidental «no tiene valor legal ni político» y ha subrayado que «sólo fortalecerá la determinación del pueblo saharaui de continuar su lucha de liberación en todos los frentes».
«Tal decisión no se considera ningún logro para el Estado ocupante de Marruecos, sino que representa una clara condena a una alianza de dos estados discordantes, que ocupan militarmente Sáhara Occidental y los territorios palestinos, respectivamente, sometiendo a sus pueblos a las mismas prácticas de opresión y confiscando sus derechos internacionalmente reconocidos a la autodeterminación y la independencia», ha asegurado el Ministerio de Información de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Así, ha dicho que la decisión es «una burla y un desprecio a los sentimientos de millones de personas y a la comunidad internacional» y ha advertido sobre las posibles «graves repercusiones» de la alianza entre Israel y Marruecos, según ha recogido la agencia saharaui de noticias SPS.
En este sentido, el Frente Polisario ha apuntado a «un intento de aprovechar la guerra en Sáhara Occidental para implementar agendas militares y de seguridad subversivas conjuntas que amenazan la seguridad y la estabilidad en las regiones del Norte de África y el Sahel».
Israel reconoció formalmente el pasado lunes la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental en una carta remitida por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, al rey Mohamed VI, según anunció la Casa Real alauí.
Como ya ocurriera con el giro de España respecto al Sáhara, ha sido Rabat quien ha anunciado la nueva postura oficial de Israel. En marzo de 2022 fue también la Casa Real alauí la que informó de la carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que se respaldaba el plan de autonomía marroquí para el Sáhara como «la base más sólida, realista y creíble» para una solución al conflicto.
En el caso de Israel, su posicionamiento está en línea con el adoptado en diciembre de 2020 por el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, que también reconoció la soberanía de Rabat sobre la antigua colonia española. Aquella fue precisamente la moneda de cambio para que Marruecos normalizara la relación con Israel.
La antigua colonia española fue ocupada pese a la resistencia del Frente Polisario, con quien se mantuvo en guerra hasta 1991, cuando ambas partes firmaron un alto el fuego con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de los colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria.
El 14 de noviembre de 2020, el Frente Polisario declaró roto el alto el fuego con Marruecos en respuesta a una acción militar marroquí contra activistas saharauis en Guerguerat, en la zona de distensión pactada, lo que supuso para los saharauis una violación de las condiciones del alto el fuego.