Tras conocerse que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se han tomado un respiro en las negociaciones de su acuerdo de divorcio, un nuevo problema sale a la luz. La hermana de Felipe VI, que hasta hace unos meses tenía una buena relación con la familia de su todavía marido, habría visto resentirse esta conexión, y es que parece que algunos miembros de su familia política no querrían ya saber nada de ella.
Las altas exigencias de Iñaki Urdangarin han hecho que la infanta ponga un límite y haya decidido dejar de negociar, al menos, hasta después de verano. «No entiende que deba sufragar los gastos y los gustos de su exmarido y su actual pareja, Ainhoa Armentia, a costa de su trabajo«, le ha dicho una fuente cercana a la familia real consultada por Vanitatis.