Al menos 33 personas han muerto y otras 18 continúan desaparecidas tras las inundaciones que afectaron tanto a la capital china, Pekín, como a sus alrededores entre el 29 de julio y el 2 de agosto.
El Consejo de Estado de China ha pedido la reconstrucción de las viviendas destruidas para asegurar que las personas afectadas puedan volver a sus hogares o trasladarlas a otras nuevas antes de la llegada del invierno, según ha publicado la cadena estatal china CGTN.
Las autoridades del país también han hecho un llamamiento a acelerar la reparación de carreteras, suministros de energía y agua, infraestructuras de comunicación y campos de cultivo, entre otras.
Además, han pedido a las instituciones financieras a fortalecer el apoyo crediticio para las entidades comerciales afectadas por las inundaciones, dando especial énfasis a ayudar a las pequeñas empresas, los negocios individuales y a los agricultores.
La tormenta tropical ‘Doksuri’ provocó las lluvias más intensas en 140 años en el noreste de China, lo que provocó la evacuación de más de 850.000 personas en la provincia de Hebei, que rodea la capital del país.