El ministro del Interior de India, Amit Shah, ha anunciado este viernes que el Gobierno del primer ministro Narendra Modi ha remitido al Parlamento para su deliberación tres legislaciones para reemplazar el sistema de justicia de la etapa colonial británica.
«Desde 1860 hasta 2023, el sistema de justicia ha funcionado en virtud de las leyes británicas. Con estas sustituciones, el trío de leyes permitirá priorizar la protección de los derechos de los ciudadanos indios», ha resaltado, en alusión al Código penal, al Código de Procedimientos criminales y al Acta de 1872.
En concreto, las nuevas iniciativas mantienen el delito de sedición presente en el actual Código penal indio, si bien se introducirán modificaciones a su definición –que endurecen estos actos– «para lograr una mayor claridad en la interpretación» y «comprensión», ha recogido el diario ‘The Hindustan Times’.
De esta forma, la pena máxima por sedición aumentará de tres a siete años e incluye «intentos de secesión, rebelión armada o actividades subversivas», así como el «fomento a actividades separatistas» y acciones que pongan «en peligro la soberanía, la unidad y la integridad de India».
Entre los supuestos, la nueva legislación sobre sedición incluye un apartado relativo a «medios de comunicación digitales» y el «uso de métodos financieros». Todos estos delitos son categorizados además como una ofensa contra «el Gobierno establecido por la ley en India».