El Papa: "Con un año que no se fabriquen armas se resuelve el problema del hambre en todo el mundo"

El Papa: «Con un año que no se fabriquen armas se resuelve el problema del hambre en todo el mundo»

El Papa ha recibido este jueves en el Palacio Apostólico a una delegación del Instituto Europeo de Estudios Internacionales de Salamanca (España) ante los que ha denunciado el negocio de la venta de armas y ha asegurado que «con un año que no se fabriquen» se resolvería «el problema del hambre en todo el mundo».

«Si pensamos que el ‘budget’ más importante es la fabricación de armas, y con un año que no se fabriquen armas se resuelve el problema del hambre en todo el mundo», ha reflexionado Francisco.

El Pontífice ha denunciado así la «orientación belicista de destrucción» y ha lamentado que «hoy en día la técnica de las armas llega a un punto que con una sola bomba se puede destruir una ciudad entera como ésta».

Así, ha señalado que la «guerra es terrible», tras destacar que en el último siglo hubo «tres guerras mundiales, 14 al 18, 39 al 45 y esta actual» que, según ha advertido, «es también una guerra mundial». «La guerra es terrible. Sin embargo, no debemos darnos por vencidos, de esas cenizas que estamos viendo hoy ya puede brotar algo nuevo, de este fracaso podemos encontrar una lección de vida», ha dicho.

El Pontífice ha instado a «reaccionar» y ha invitado a «hacer algo nuevo de este fracaso, encontrar una lección de vida». «Lo que parece una derrota y un motivo de oprobio puede, como el escándalo de la cruz, convertirse en una victoria», ha asegurado Francisco.

Para el Papa, la paz no debe basarse «simplemente en equilibrios de poder y en el silenciamiento de las justas demandas de los menos favorecidos». Así, ha asegurado que se trata de «un bien esencial» por el que hay que trabajar «con denuedo» y «suplicar con fervor a Dios». «Por desgracia, la situación actual nos trae a la memoria algo que escribí en la encíclica ‘Fratelli tutti’: Toda guerra deja al mundo peor de como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal», ha concluido.

Así, ha pedido oraciones y ha instado a seguir trabajando para poder «aportar soluciones», «concitar voluntades» y «dar testimonio de que el amor, la fraternidad y el verdadero humanismo que nace de la fe vence al odio, al rechazo y a la brutalidad».


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