La portavoz asociada del secretario general de la ONU, Florencia Soto Niño, ha mostrado este martes su preocupación por la posible expansión del conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) tras la muerte del ‘número dos’ de la milicia palestina, Salé al Aruri, en un supuesto ataque con drones israelí en Beirut, la capital libanesa.
«Los acontecimientos son sumamente preocupantes. Y creo que esto realmente resalta lo que acaba de decir el secretario general (de la ONU, António Guterres) sobre los peligros de que este conflicto se extienda a toda la región», ha explicado Soto Niño durante una rueda de prensa.
Asimismo, ha resaltado que Guterres ha instado a todas las partes en conflicto a ejercer la «máxima moderación» para reducir las tensiones regionales y evitar que un error de cálculo escale la situación, en referencia a las declaraciones del partido-milicia chií libanés Hezbolá, que ha prometido que el ataque «no quedará sin respuesta ni castigo».
Al menos siete milicianos, incluido Al Aruri, han muerto y varias personas más han resultado heridas después de un ataque con dron sobre unas oficinas de Hamás situadas en Mushrifiyá, en los suburbios al sur de la capital libanesa. El líder del brazo político de la milicia, Ismail Haniyé, ha aseverado que el bombardeo es un «acto terrorista» que hace al grupo «más fuerte y decidido que nunca».
Al Aruri residía en Líbano desde 2018, y en 2010 fue liberado tras pasar doce años en cárceles israelíes. Considerado el ‘número dos’ del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas Al Qassam, se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés y se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el 7 de octubre.