Los nuevos ministros de Francia han tomado posesión este viernes de sus respectivos cargos, en una mañana que implica la simbólica culminación de la remodelación del Gobierno y que ha supuesto entre otras cosas la vuelta a la primera línea política de Rachida Dati, exministra de Justicia bajo la Presidencia de Nicolas Sarkozy.
El nuevo primer ministro, Gabriel Attal, ha pasado el testigo de Educación a Amélie Oudea-Castera, señalando que «no hay un combate más bello, más grande, que el de la escuela», en línea con el compromiso que adquirió en sus primeras declaraciones tras ser nombrado esta semana nuevo jefe de Gobierno en sustitución de Elisabeth Borne.
Otro de los cambios ha tenido como escenario el Ministerio de Exteriores, del que se ha despedido con «inmensa gratitud» Catherine Colonna, que ha ostentado la cartera en «un momento de gran violencia en el mundo», como ella misma ha reconocido, según la cadena BFMTV. Le sucede Stéphane Sejourne, hasta ahora líder de los liberales en la Eurocámara.
Sin embargo, gran parte de la atención ha estado en Cultura, en manos de Dati. La exministra conservadora ha sido expulsada de manera inmediata de Los Republicanos, cuyo líder, Eric Ciotti, ha recordado que están «en la oposición» y, por tanto, no tiene sentido que se integren en el equipo del presidente, Emmanuel Macron.
«Entiendo que esta nominación puede sorprender. A mí no, porque responde a una necesidad», ha reconocido la nueva ministra en su toma de posesión, antes de acudir al Elíseo para el primer Consejo de Ministros de esta nueva etapa, con la que Macron quiere revitalizar la popularidad de su Gobierno en un año clave que, entre otras cuestiones, está marcado por las elecciones europeas de junio.