El Gobierno de Jordania ha destacado este viernes que «sigue con preocupación» la situación en torno al mar Rojo tras los bombardeos ejecutados contra Yemen por Estados Unidos y Reino Unido y ha advertido de que Israel «empuja a toda la región hacia más conflicto, tensión y guerra» por su ofensiva contra la Franja de Gaza.
El vice primer ministro y ministro de Exteriores jordano, Ayman al Safadi, ha manifestado que «la brutal agresión israelí contra Gaza, la continuación de los crímenes de guerra contra los palestinos y las violaciones del Derecho Internacional sin que se tomen medidas suponen un desafío a la comunidad internacional».
Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que dejaron cerca de 1.200 muertos y 240 secuestrados. Los ataques israelíes contra la Franja han dejado más de 23.400 muertos, incluidos 10.000 niños, y han llevado a Sudáfrica a presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por «genocidio».
Así, Al Safadi ha alertado de que estas acciones por parte de Israel «son las responsables del aumento de las tensiones en la región» y ha manifestado que Israel «está intentando abrir nuevos frentes para arrastrar a Occidente (al conflicto) y prolongar la vida política del primer ministro (Benjamin Netanyahu)».
Al Safadi ha sostenido en declaraciones a la agencia estatal jordana de noticias, Petra, que Israel busca además «seguir aplicando su agenda racista y extremista, representada por ministros extremistas que abogan abiertamente por cometer más crímenes (…) y niegan el derecho a los palestinos a vivir en su territorio nacional».
Por ello, ha lamentado que «la incapacidad de la comunidad internacional para hacer frente al extremismo israelí y los atroces crímenes de guerra contra el pueblo palestino en Gaza ha permitido a Israel continuar su agresión y poner en peligro la seguridad de toda la región».
«La comunidad internacional está haciendo frente a una encrucijada humanitaria, moral, legal y de seguridad. O asume su responsabilidad y detiene la agresión israelí y su arrogancia, protege a los inocentes y protege su credibilidad y la seguridad en la región o permite al primer ministro y sus ministros extremistas (…) arrastrar a la región al borde de una guerra que amenace la seguridad y la paz internacional», ha remachado.
Estados Unidos y Reino Unido han argumentado tras sus bombardeos que estos ataques son acciones dirigidas contra los hutíes ante sus ataques contra buques en el mar Rojo, que «ponen en la libertad de navegación en uno de las rutas marítimas más importantes del mundo».
Tras ello, los rebeldes han confirmado cinco muertos y han advertido de que esta «agresión criminal» contra el país «no quedará sin respuesta y castigo». Además, han reiterado que «seguirán evitando que los buques israelíes o aquellos que se dirijan a puertos en la Palestina ocupada –en referencia a Israel– naveguen por el mar Arábigo y el mar Rojo».
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el miércoles una resolución en la que pedía a los rebeldes yemeníes hutíes detener sus acciones, aunque estos ya avisaron de que no acatarían la petición hasta que no se pusiera fin al «genocidio» de los palestinos en Gaza, en referencia a la ofensiva lanzada tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra Israel.
Los hutíes, respaldados por Irán, controlan la capital de Yemen, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país desde 2015. El grupo ha respondido a la ofensiva israelí contra la Franja atacando embarcaciones con algún tipo de conexión con Israel –con más de 25 ataques hasta la fecha–, incluido el secuestro del buque ‘Galaxy Leader’.