Frente a la técnica convencional, de cincel y martillo, la Rinoplastia Ultrasónica permite rebajar el hueso del caballete de forma milimétrica, progresiva y controlada. La Dra. Susana Puga de la clínica Martín del Yerro | Amselem explica los pormenores de esta intervención, cuya recuperación cursa con menor inflamación y permite lucir nariz nueva en tan sólo 10 días.
Cartílagos, huesos y músculos hacen de la nariz una estructura compleja que cumple una función principal en la estética del rostro y otra funcional, aún más importante, que es la respiración. La intervención en cualquiera de estas estructuras para su corrección, se realiza a partir de los 18 años por una cuestión psicológica de madurez y por su desarrollo definitivo, que en la mujer tiene lugar entre los 15-16 años y en los hombres, un poco más tarde. Como es objeto de numerosos complejos, se puede intervenir de forma temprana si fuera necesario, valorando problemas como el labio leporino, por ejemplo, que se puede abordar durante la infancia, entre los 2-5 años.
La intervención
La rinoplastia es la cirugía estética que se encarga de corregir los tejidos duros (hueso) o/y blandos (cartílago) de la nariz. La más habitual en el primer caso, se ocupa del dorso, a menudo deformado por el conocido caballete, una giba prominente que en Martín del Yerro |Amselem se corrige con ultrasonido, “mediante una herramienta de última generación – explica la Dra. Susana Puga – que se caracteriza por su gran precisión y permite rebajar el hueso de forma milimétrica, progresiva y controlada hasta conseguir la nivelación necesaria.”
Esta técnica de limado, que antes se llevaba a cabo con cincel y martillo, precisa un abordaje abierto, mediante una pequeña incisión en la base de la nariz que facilita el control total de las estructuras. La punta de la nariz, a menudo bulbosa o globulosa, requiere la corrección de los cartílagos alares, responsables de la deformidad por su gran tamaño o posición. En este caso, todas las maniobras se realizan a través de los orificios nasales, sin abordaje visible.
Ingreso hospitalario
24 horas para una rinoplastia completa. Sin ingreso para cirugía de punta nasal. Se realiza con anestesia general, salvo intervención exclusiva de la punta, que se puede llevar a cabo con anestesia local y sedación.
Duración
2 horas por término medio
Férula
Se lleva puesta durante una semana, salvo la rinoplastia de la punta, que no la requiere.
Resultados
Más precisos que una rinoplastia convencional.
Postoperatorio
No es doloroso, pero cursa con congestión nasal y muy ocasionalmente, con leve dolor de cabeza, que se controla mediante analgésicos.
“Nuestra recomendación – explica la Dra. Susana Puga – es disponer de 7 a 10 días libres, que es el tiempo estimado para retirar la ferulización visible y realizar un drenaje linfático que limite la inflamación. Los hematomas no son frecuentes, pero si se producen, tardan de 12 a 15 días en desaparecer” Durante este periodo, el paciente debe realizar lavados nasales y aplicarse una pomada, así como utilizar un spray descongestionante, en caso necesario. La práctica deportiva se podrá iniciar de forma progresiva a partir de las 3 semanas, pudiendo realizar cualquier disciplina de forma normalizada a partir de la sexta semana, siempre y cuando se pueda evitar cualquier tipo de golpe. “Es importante -continúa la especialista- evitar el sol directo sobre la cara durante las primeras semanas, ya que aumenta la inflamación. Hay que tener precaución con las gafas, que es mejor evitarlas al principio y usarlas con cuidado a partir de la tercera semana, utilizando las de menor peso posible”
Clínica Martín del Yerro I Amselem
La cínica está formada por dos equipos médicos de primer nivel, con más de 50 profesionales entre cirujanos, anestesistas, médicos estéticos, dermatólogos, otorrinolaringólogos, enfermeras, auxiliares, técnicos, fisioterapeutas o esteticistas, liderados por los doctores y docentes José Luis Martín del Yerro en Cirugía Plástica y Moisés Amselem en Medicina Estética, dos referentes internacionales, con trayectorias paralelas de más de 25 años, siempre en colaboración y reconocidos por sus punteras técnicas de desarrollo propio, su experimentado ojo clínico y su excepcional calidad médica y humana. Está ubicada en Paseo de la Habana 24 de Madrid y cuenta con 800 m² de instalaciones, diseñadas para facilitar el circuito de tratamiento de los pacientes y procurar la máxima discreción, intimidad y confort. Un templo de la estética integral en pleno corazón de la capital.