Tras las bajas y renuncias por la reincorporación del jefe de servicio, la Comunidad garantiza la asistencia y adopta medidas legales a su alcance
Trabajadores de la UCI de Pediatría del Hospital de La Paz han advertido este miércoles del «cierre técnico» de la unidad ante la ausencia de facultativos adjuntos, que se han dado de baja o renunciado a sus contratos en protesta por la reincorporación, por decisión judicial, del jefe de servicio, Pedro de la Oliva.
La Consejería de Sanidad, que niega que la UCI Pediátrica esté cerrada, ha recalcado que la asistencia sanitaria está garantizada y que los pacientes que se encontraban ingresados han sido trasladados a otras zonas del centro. «Estamos trabajando con total responsabilidad, poniendo los recurso a nuestro alcance para garantizar que la actividad sigue adelante a pesar de esta situación», ha explicado la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, al término del Consejo de Gobierno.
Un centenar de profesionales del centro hospitalario se ha concentrado este mediodía a las puertas del Materno-Infantil para denunciar la situación y reclamar medidas ante la que es segunda reincorporación en este puesto de este profesional fruto de una decisión judicial.
En el manifiesto leído a las puertas del centro, han explicado que la mañana de este miércoles únicamente estaba trabajando en la UCI Pediátrica el jefe de servicio, además de los estudiantes MIR, por lo que la UCI de Pediatría está «en cierre técnico».
Una situación que, han destacado desde CC.OO. Sanidad Madrid, «puede poner en peligro la actividad quirúrgica y el programa de trasplantes del Hospital La Paz». En concreto, se trata de un centro «referente en España» en trasplantes de órganos sólidos y centro de referencia nacional (CSUR) para múltiples patologías complejas. Además de afectar, han recalcado los trabajadores, a la actividad docente para la formación de MIR.
La plantilla habitual de la UCI Pediátrica está formada por diez adjuntos y el jefe de servicio. Según han denunciado los trabajadores, la segunda reincorporación del doctor De la Oliva ha provocado «la renuncia y baja colectiva de todos los facultativos adjuntos» de la unidad por «salud mental» ante las situaciones de «hostigamiento» de este profesional.
El conflicto se remonta a 2020, con una investigación de la Dirección del centro que terminó en el cese del jefe de servicio tras una carta firmada por 37 profesionales, entre ellos varias personas de su mismo rango, en la que se denunciaba su actitud, con acusaciones de acoso, vejaciones y maltrato psicológico.
Posteriormente, fue restituido en su puesto como jefe del servicio por decisión judicial en febrero de 2023, incorporándose al centro en septiembre. Entonces, siete de los 13 pediatras que prestaban servicio en la UCI Pediátrica presentaron su baja. Tras una solicitud impulsada por la Junta Técnica Asistencial, donde están representadas todas las categorías profesionales del centro, se instó a su cese por su incapacidad para gestionar el servicio, que fue atendido por parte de la Dirección del centro y el Servicio Madrileño de Salud (Sermas).
El pasado mes de diciembre dejó su cargo en el centro pero el pasado lunes, día 15, por «sorpresa» acudió a su puesto para informar de su nueva reincorporación, la segunda, a partir del martes como medida cautelar por una decisión judicial. Durante todo este tiempo, según han explicado los profesionales, se han publicitado los puestos vacantes en la unidad sin que hayan podido ser cubiertos, excepto dos, porque «nadie en España quiere trabajar en esta unidad» bajo su mando.
Diego Plaza, adjunto al servicio de Oncología del hospital, ha leído un comunicado en el que los trabajadores han mostrado su solidaridad con los profesionales de la UCI afectados, que habrían sufrido «un hostigamiento durante años. «Queremos mostrar también nuestra solidaridad con la gerencia del hospital, que siendo conscientes de la grave problemática, han adoptado todas las medidas que han estado a su alcance», ha asegurado.
ASISTENCIA GARANTIZADA
Esta situación ha provocado que se paralicen los nuevos ingresos en la UCI de Pedriatría y que los seis pacientes que este miércoles se encontraban en la misma sean derivados a otros servicios del centro hospitalario como la Unidad de Anestesia y Reanimación.
Desde la Consejería de Sanidad han recalcado que la reincorporación del doctor se debe a un auto judicial y han indicado a Europa Press que la UCI de Pediatría no ha sido cerrada. Profesionales de otros servicios, han explicado, están prestando asistencia a los pacientes, cuya atención «se presta con normalidad».
«El servicio se garantiza con recursos hospitalarios. Hablamos de un servicio muy sensible donde debe de prevalecer la atención a los menores y en eso está la Comunidad de Madrid», han indicado desde el departamento que dirige Fátima Matute.
En este sentido, han explicado que se han reorganizado sus recursos, abriendo la capacidad de traslado de pacientes a la Unidad de Reanimación (REA) pediátrica. Igualmente, se ha abierto una Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA) en caso de necesidad.
Los seis pacientes que quedaban en la Unidad este miércoles han sido trasladados a otras zonas del hospital (reanimación posquirúrgica, hepatología y neonatología) y tienen garantizada la asistencia.
Igualmente, fuentes de la Consejería han resaltado que se están llevando está llevando a cabo «todas las acciones legales a su alcance para solucionar» este conflicto, un asunto que está judicializado por un conflicto laboral.
SIN FUNCIONES
En cambio, desde el sindicato médico Amyts se ha recalcado que, aunque «administrativamente» la UCI Pediátrica no está cerrada, se ha quedado «sin funciones al no contar con efectivos suficientes», ya que solo hay un facultativo disponible, el doctor Pedro de la Oliva.
«En el sindicato médico venimos advirtiendo desde hace mucho tiempo de esta problemática generada por un conflicto laboral que está provocando un enorme sufrimiento al personal afectado y riesgo de disfuncionalidades en la asistencia», han recordado Amyts, que ha pedido «calma» porque la asistencia «está asegurada» con los traslados.
En esta misma línea, han animado a la Consejería de Sanidad a que dé soluciones satisfactorias «a la mayor brevedad posible» para que la normalidad vuelva a una UCI Pediátrica que «es clave en la sanidad madrileña».
Por su lado, para CC.OO. Sanidad Madrid es «inaudito» que la Dirección del hospital y la Consejería de Sanidad «hayan permitido que se llegue a este extremo en un conflicto interno que lleva meses gestándose». «No es posible que un hospital como La Paz, referente en territorio español, de gran número de enfermedades pediátricas complejas permita que se cierre la UCI por la baja de toda su plantilla de médicos», han recalcado desde el sindicato, que ha enviado un escrito a Recursos Humanos del centro para pedir explicaciones.
Además, en un comunicado conjunto, los residentes de Pediatría de tercer y cuarto año han mostrado su apoyo a los facultativos de la unidad y reclaman una «solución urgente de esta situación insostenible» para el «adecuado cuidado» de los pacientes. «A nivel de docencia de residentes de Pediatría, esta situación ha supuesto una franca disminución de nuestra formación en cuidados intensivos y una inadecuada supervisión del trabajo del residente, así como la necesidad de asumir responsabilidades que están por encima de nuestras competencias como médicos residentes en formación», denuncian.
La UCI Pediátrica atiende cada año a más de 900 niños en estado crítico de todo el territorio nacional y con una gran complejidad médico-quirúrgica como trasplantes, cardiopatías congénitas, politraumatismos, accidentes, oncología, patologías metabólicas, enfermedades raras y graves, entre otras.