La representante especial de la ONU para Niños y Conflicto Armado, Virginia Gamba, ha afirmado que la situación de los niños en las provincias orientales de República Democrática del Congo (RDC) se ha deteriorado «drásticamente» en los últimos meses, urgiendo a «los responsables de las atrocidades» a rendir cuentas.
Según la representante de la oficina de la Secretaría General de Naciones Unidas, los menores de edad son los más afectados por la intensificación de las actividades armadas de un número cada vez mayor de grupos armados, incluidos los grupos armados resurgentes, especialmente en Kivu Norte e Ituri.
«El último aumento del número de niños muertos y mutilados y de los ataques contra escuelas y hospitales, según los datos preliminares, es estremecedor», ha declarado Gamba en un comunicado difundido por la ONU.
En Kivu Norte, la intensificación de las hostilidades estaría exponiendo a los niños a altos niveles de violencia. Recientemente, las ofensivas de los rebeldes del Movimiento del 23 de marzo (M23) han tenido graves consecuencias para los niños, según la oficina de Naciones Unidas.
En este sentido, el número de violaciones graves atribuidas al M23 se ha multiplicado por más de veinte en el transcurso del año pasado. «Estoy especialmente conmocionada por la masacre de Kishishe y Bambo en diciembre de 2022, en la que más de veinte niños resultaron muertos o mutilados, y múltiples escuelas fueron destruidas por el M-23», ha añadido Gamba.
En Ituri, la situación, ya de por sí grave, se está deteriorando drásticamente, y los casos de ataques selectivos contra civiles, incluidos niños, van en aumento.
«Estoy horrorizada por los recientes informes de que se han encontrado fosas comunes cerca de las aldeas de Nyamamba y Mbogi, tras los ataques de la Cooperativa para el Desarrollo de Congo (CODECO) contra la población civil. Estoy desolada por el hecho de que en una de las fosas comunes se hayan encontrado los cadáveres de seis niños», ha subrayado la representante especial.
Este tipo de ataques, además, estarían reduciendo el acceso de los trabajadores humanitarios a quienes necesitan ayuda, incluidos los niños.
Por otra parte, la intensificación de los combates entre los grupos mai-mai, twigwaneho y gumino en Kivu Sur sigue planteando «graves amenazas» para los niños, todo ello mientras que las actividades en curso de los grupos armados «están exacerbando la crisis humanitaria en la RDC con graves y duraderas repercusiones en los niños».
«La RDC ya acoge al mayor número de desplazados internos del continente africano, debido, en gran parte, a las actividades de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), CODECO, twigwaneho y los grupos mai-mai», se lee en la misiva de la ONU.
La representante especial ha pedido a «los responsables de atrocidades» contra civiles, incluidos niños, que rindan cuentas. En tanto, ha mostrado su satisfacción los esfuerzos del Gobierno de RDC para que los autores de graves violaciones contra los niños rindan cuentas, incluso mediante el enjuiciamiento de los presuntos autores.
Además, ha pedido a todos los grupos armados que cesen «inmediatamente» las hostilidades y se adhieran al Programa de Desarme, Desmovilización, Recuperación Comunitaria y Estabilización (P-DDRCS).
«Insto a todos los grupos armados a que firmen planes de acción o compromisos unilaterales con las Naciones Unidas para poner fin y prevenir las violaciones graves contra los niños y recuerdo a los que ya tienen tales compromisos que los apliquen plenamente y sin demora», ha añadido Gamba.
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