Destaca el creciente nivel de aprobación de las fuerzas de seguridad y ve el «orgullo nacional» como una fortaleza frente a la «guerra»
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha defendido este jueves que el país es «sin duda» una «nación democrática» que cuenta con «apoyo internacional», pero cuyo verdadero problema ha sido dejar que la «gente errónea» llegue a las instituciones en el pasado.
Noboa, que ha reiterado que el país latinoamericano está «en medio de una guerra contra el narcotráfico», ha incidido en la importancia de «no dejar que la esperanza muera» para evitar «perder un país que lo tiene todo». Así, ha matizado que Ecuador «no tiene un problema de seguridad social sino de empleo» y ha explicado que actualmente existe una tasa de desempleo del 55 por ciento entre los más jóvenes, una cuestión que ha tildado de «desastre».
«Esa es la receta para el caos, socialmente y económicamente. (…) Menos del 6 por ciento de la población está por encima de la edad de retiro. No tenemos un problema de seguridad social. Tenemos un problema de empleo», ha aseverado durante una conferencia celebrada en la IE University con motivo de su visita a España.
A este problema de empleo se suma, además, la «falta de educación y servicios» en un país con un grave problema de seguridad debido a las bandas criminales y el narcotráfico. «La guerra no es solo armas y balas; esta guerra, para ganarla, necesitamos crear trabajos, dar educación a la gente joven, ayudar a que las madres solteras que no pueden ir a trabajar porque el sistema de guarderías no funciona», ha continuado.
En este sentido, ha advertido de que «40.000 terroristas muy armados transportan y exportan 60.000 millones de dólares (55.300 millones de euros) al año en cocaína» y ha especificado que «el 58 por ciento del PIB del país está siendo exportado».
Para luchar contra esto, ha matizado, «tenemos que adaptarnos» y «entender cuáles son nuestras fortalezas», al tiempo que reivindicamos el «orgullo nacional», ha señalado. «El orgullo nacional puede ser un poder muy fuerte», ha afirmado Noboa, que ha subrayado que su Gobierno «no busca una dictadura».
Además, ha destacado que la aprobación de la Policía y de las Fuerzas Armadas ha aumentado significativamente desde que el Gobierno declaró la situación de «conflicto interno» debido a la espiral de violencia desatada por grupos armados de «narcoterroristas».
«Hoy en día, la gente cree en la institución, la gente cree en sus Fuerzas Armadas y en la Policía», ha sostenido Noboa, que ha expresado que tras su llegada al cargo procedió a «limpiar» las instituciones. «De los generales de la Policía hemos cambiado a cinco. Y hemos cambiado a altos cargos militares», ha puntualizado, al tiempo que ha recordado que las bandas «estaban tomando el control del sistema de prisiones».
Noboa ha denunciado así que la «autoridad máxima estaba involucrada en la destrucción y la corrupción». «Hemos sido capaces de limpiarla. No estoy a favor de más leyes. Necesitamos leyes que sean más eficientes y el problema no es la ideología o la institución. Es la gente errónea en la institución», ha incidido.
Sobre la espiral de violencia que llevó a la retención de 170 rehenes en las cárceles del país –quienes fueron liberados el 14 de enero–, ha destacado que se trató de «una de las operaciones de rescate de rehenes más exitosas de la historia de Latinoamérica», algo «muy difícil de lograr». «En un estado de guerra, seguimos la ley internacional, que es la que se usa en cualquier conflicto armado», ha resaltado.
LEGALIZACIÓN DE LAS DROGAS
Respecto a la posible legalización de las drogas, Noboa ha vuelto a descartar la posibilidad de que la cocaína y la heroína se legalicen por considerar que son «drogas duras» que causan estragos a nivel social, si bien ha manifestado que otras podrían ser utilizadas de forma «recreativa o medicinal».
«La ciencia ha demostrado que el uso sostenido de estas drogas (cocaína y heroína) puede afectar o matar a la gente muy rápidamente, especialmente a los niños. Y uno de los problemas que tenemos es que la droga se distribuye en las escuelas», ha advertido el presidente ecuatoriano, que ha relatado que el país está «perdiendo generaciones enteras por la droga».
«He visto a niños que no pueden recuperarse. Incluso si dejan de consumir, el daño al cerebro ya es tan grave que nunca se recuperarán. Si legalizamos este tipo de drogas, va a ser aún peor», ha lamentado.