Una ofensiva de las unidades paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra una base del Ejército de Sudán en el suroeste del país ha dejado en las últimas horas al menos 23 muertos, una treintena de heridos, decenas de desplazados y la suspensión prácticamente total de los servicios públicos en la zona en un nuevo frente de combate de la guerra que comenzó el pasado 15 de abril y ha terminado arrastrando al país africano a una catástrofe humanitaria.
El ataque de las RSF comenzó entre el miércoles y el jueves contra la base de la 22ª división de Infantería en la ciudad de Babanusa, en el estado de Kordofán del Oeste, y representó la culminación de tres días previos de enfrentamientos en la ciudad, según explica el grupo de activistas Abogados de Emergencia de Sudán, una organización especializada en el desarrollo de los combates en el país africano, en su cuenta de la red social X.
La base de Babanusa tiene una importancia esencial para el Ejército de Sudán porque es el epicentro desde el cual están lanzando su ofensiva en el suroeste del país en un intento de recuperar posiciones tras perder el control a finales del año pasado de la tercera ciudad más grande del país, Uad Madani, frente a los paramilitares.
Además, Kordofan del Oeste es considerado el principal estado productor de petróleo del país, donde se encuentran siete de los principales yacimientos de Sudán, como los de Heglig, Difra o Balila, escenario este último de cruentos combates en octubre.
Fuentes locales han descrito al diario árabe ‘Asharq al Awsat’ un escenario de destrucción en las calles de Babanusa durante los tres días previos al ataque contra la base en los que «ambos bandos intercambiaron disparos de artillería que se concentraron en los barrios residenciales de la ciudad». Las calles, según los residentes, están «salpicadas con los cuerpos de militares y civiles muertos que nadie puede recoger porque los combates todavía proseguían el jueves por la noche».
Dado que los combates siguen en curso es muy difícil precisar las posiciones actuales de los bandos en conflicto pero fuentes de la plataforma de seguimiento Sudan War Monitor apuntan que las RSF controlan ahora mismo gran parte de la ciudad, entre ellas «la comisaría de Policía y partes del mercado local».
Fuentes de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en Sudán (OCHA Sudan) han confirmado al ‘Ahsarq al Awsat’ que la mayor parte de los desplazados de Babanusa se está dirigiendo a la capital del estado, Al Fula, a 76 kilómetros de la ciudad en medio de inmensas dificultades porque también hay bombardeos a las afueras de la localidad. «Ahora mismo no podemos confirmar las estimaciones sobre un número aproximado de desplazados», según las fuentes.