Los servicios de Inteligencia de Ucrania han afirmado este viernes que el canje de prisioneros previsto para el miércoles 24 de enero –interrumpido tras el siniestro de un avión ruso que supuestamente trasladaba cautivos ucranianos– iba a ser «uno de los más grandes de la historia de una guerra a gran escala».
«No daremos la cifra exacta. Antes del intercambio, hasta que ocurre, no se hace, pero este debería haber sido uno de los intercambios más grandes en la historia de una guerra a gran escala», ha asegurado el portavoz del Servicio de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Andrei Yusov.
Este miércoles, el Ministerio de Defensa ruso denunció que uno de sus aviones Il-76 fue derribado por las fuerzas ucranianas a su paso por la región rusa de Bélgorod. Al menos 74 personas murieron, entre las cuales había, según la versión del Kremlin, 65 prisioneros ucranianos.
Con respecto a este número, Yusov ha insistido en que Ucrania sigue investigando lo ocurrido y tal y como ya hicieran en las últimas horas otras autoridades ucranianas ha pedido cautela con respecto a las informaciones que puedan llegar desde el Kremlin.
«Las listas que aparecen en la propaganda rusa buscan provocar una reacción. No vamos a comentarlas (…) Se trata de un trabajo psicológico deliberado del enemigo», ha zanjado Yusov, en declaraciones a la televisión ucraniana.