Sémper pregunta al jefe del Ejecutivo si «merece la pena» continuar gobernando con esta «humillación y descrédito»
El portavoz del PP y vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, ha exigido este miércoles al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que aclare hoy mismo si mantendrá su «línea roja» ante Junts y la Ley de Amnistía no incluirá la alta traición. Dicho esto, le ha preguntado si «merece la pena» continuar gobernando con esta «humillación y descrédito».
«Sánchez debe decirnos hoy mismo al conjunto de los españoles si la línea roja de ayer será ya una línea invisible mañana porque en este momento sólo hay tres opciones para el señor Sánchez: O Puigdemont cede, o Sánchez traga, o, como dice Junts, colorín colorado», ha enfatizado en una rueda de prensa en el Congreso.
Tras la «jornada esperpéntica» que se vivió este martes en el Pleno del Congreso con la Ley de Amnistía, Sémper ha insistido en que es «fundamental» que Sánchez responda a estas preguntas «sin dilación»: «¿La amnistía irá más lejos incluyendo la alta traición? ¿Es el paso siguiente o no? ¿Entre Puigdemont y señor Sánchez habrá reunión o no la habrá?».
HABLA DE UNA «COALICIÓN DE GOBIERNO POR LA IMPUNIDAD»
Tras asegurar que «se puede alcanzar una investidura sin tener principios, pero no se puede gobernar España con mentiras», Sémper ha preguntado a Sánchez si merece la pena continuar gobernando con esta humillación y descrédito».
«Sánchez sabe a lo que se comprometió, Puigdemont le exigió impunidad total y se la prometió», ha exclamado, para preguntar de nuevo al PSOE si la amnistía irá más lejos incluyendo la alta traición, si se arreglarán los problemas con una reunión entre Sánchez y Puigdemont y si ésta se celebraría fuera de España.
El portavoz del PP ha hecho hincapié en que solo han pasado 76 días desde la investidura y ha subrayado que «la coalición de Gobierno por la impunidad está dispuesta a destruir la separación de poderes y el Estado de Derecho», aludiendo a los ataques a los jueces de los partidos independentistas.
Tras criticar el «vergonzoso silencio» de la presidenta del Congreso, Franciana Armengol, y del mimistro de Justicia, Félix Bolaños, ante esos ataques a la Justicia durante el Pleno, Sémper ha indicado que el expresidente catalán Carles Puigdemont habló ayer de «golpistas con toga» refiriéndose a los magistrados y está dispuesto a que la ley de amnistía sea «el fin de la igualdad de los españoles ante la ley».
«LO QUE VÍ EN BARCELONA ES VIOLENCIA»
Al ser preguntado si puede ser considerado terrorismo las protestas y las conductas que se produjeron en Cataluña en 2019 tras la sentencia del ‘procés’, Sémper ha asegurado que eso deben dilucidarlo lo sjueces pero ha señalado que hay «una voluntad manifiesta por parte del Gobierno de enmarañarlo todo para caricaturizar» la posición del PP.
«Asesinar a una persona, pegarle un tiro en la nuca, ponerle un coche bomba, pertenece a una dimensión que no es equiparable a nada de la España actual. Punto primero», ha dicho Sémper, que ha recordado que «el primero que habló de terrorismo fue el propio Gobierno, en esas conversaciones conjuntas, hablando de que había un terrorismo que no conculcaba los derechos humanos», en alusión a la enmienda pactada con Junts en la Ley de Amnistía.
Dicho esto, ha recalcado que lo que él vio en Barcelona en aquellos días de 2019 «es violencia» y «persecución» a quienes no son independentistas. «Violencia en las calles, calles ardiendo, miles de adoquines y de piedras lanzadas contra la Policía Nacional», ha resaltado.
«LA VIOLENCIA NO SE PUEDE RELATIVIZAR»
En este sentido, ha subrayado que vio una «turba acudiendo a los hoteles donde se hospedaban los policías nacionales para forzar a los propietarios de esos hoteles a que se expulsaran a los policías nacionales».
Sémper ha destacado que el propio Sánchez dijo entonces que aquello «era un delito de rebelión» y «hoy les quiere indultar». «Y esto se puede calificar de muchas maneras, pero es inaceptable», ha dicho. Es más, ha recalcado que «es inaceptable para la propia Cataluña, porque una tierra donde la violencia se relativiza, de ahí no puede salir nada bueno».
En este punto, ha lamentado que actualmente en la política se tienda a «relativizar la violencia cuando al presidente del Gobierno le interesa». «Y lo que sucedió en Cataluña en esos días no se puede relativizar. La violencia no se puede relativizar ni se puede minusvalorar», ha zanjado.