De todos, es sabido que la gastronomía vasca es rica en cuanto a calidad y salud se refiere, aportando los nutrientes necesarios que toda dieta necesita. Durante estos últimos años, se ha estado experimentando un auge en cuanto a la preocupación por llevar una vida activa y comer de forma saludable. Esto tiene una serie de beneficios, como la prevención en el desarrollo de ciertas enfermedades o la mejora de la salud, tanto física como mental.
Los alimentos autóctonos vascos, como el aceite de oliva, el pescado o el marisco, aportan la base necesaria para ayudar a llevar una dieta saludable. Entre sus beneficios se encuentran los siguientes:
Nutrición de calidad
La diversidad de la tierra vasca se refleja en su gran variedad de productos locales, proporcionando una variedad de nutrientes esenciales. Estos destacan por su calidad nutricional, aportando una fuente rica en vitaminas, minerales, proteínas e hidratos, entre otros. Gracias a su incorporación en la dieta, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y mejorar notablemente la salud.
Poder antioxidante del Txakoli:
El txakoli es una de las bebidas más famosas de la región de Euskadi desde hace muchos siglos. Está elaborado con uvas autóctonas recolectadas de las colinas vascas, lo que proporciona las condiciones ideales para su cultivo, como la uva Hondarrabi Zuri, o la uva Hondarrabi Beltza, además de muchas otras.
Su elaboración se remonta de generación en generación, cosechándose las uvas a mano para resaltar su sabor cítrico, refrescante y efervescente que bien caracteriza a este tipo de vino blanco de la zona. De esta forma, se convierte en la combinación ideal para acompañar a los platos más típicos de la región. Más allá de ello, está compuesto por polifenoles, lo que aporta una serie de beneficios antioxidantes al cuerpo, combatiendo el envejecimiento celular y promoviendo la salud cardiovascular.
Aceite de Oliva Euskal:
El aceite de oliva vasco, conocido en euskera como “Euskal Oila”, es un producto que se extrae de los olivares locales y que aporta una fuente rica en grasas saludables, como ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E y antioxidantes. Esto también beneficia a la salud cardiovascular y reduce el riesgo de aparición de enfermedades crónicas.
Su cultivo también se remonta a siglos atrás, a una tierra donde el conjunto de suelos y microclimas permite el crecimiento de estos olivares nativos de la zona. De ellos, se recolectan las aceitunas a finales del otoño, generalmente, en plena madurez del árbol, con métodos tradicionales para preservar la calidad e integridad del producto.
Este método ha sido transmitido entre generaciones. Su sabor afrutado lo convierte en el aliño ideal para acompañar a gran multitud de platos típicos de la dieta mediterránea, como ensaladas, pescados y carnes de la región.
Quesos con personalidad:
Son muchos los quesos vascos de la región conocidos por su calidad, desde el Idiazábal hasta el Gamoneu o el Roncal, aportando algunos nutrientes a la dieta como calcio y proteínas, para de esta forma contribuir al desarrollo y mantenimiento de huesos y músculos.
Dentro de la tradición vasca, cada queso tiene unas características diferenciales. El Idiazábal, elaborado con leche de oveja, se trata de un queso ahumado con un sabor intenso al paladar. A su vez, el queso Gamoneu, proveniente de los propios Picos de Europa, se realiza artesanalmente y se madura en cuevas naturales. El Roncal, también realizado con leche de oveja, proviene del Valle de Roncal. Todos ellos son ricos en calcio, ideal para la salud ósea y proteínas, para la masa muscular.
Efectos positivos del pescado del cantábrico:
El pescado proveniente de las propias aguas del Golfo de Vizcaya, como es el caso de la anchoa, el bonito o el bacalao, forma parte de muchos de los platos tradicionales vascos. Este producto cantábrico es un pilar fundamental en toda dieta vasca, presente en platos como la “marmitako” o la “anchoa en salazón”. Estas son tradiciones transmitidas de generación en generación. Es muy rico en ácidos grasos omega-3, lo cual favorece a la salud, tanto mental como física, de diversas formas.
Entre los beneficios más comunes se encuentra la salud cerebral, debido a la presencia de DHA y EPA, lo que se relaciona con una mejora de la memoria, concentración y prevención de trastornos neurodegenerativos. A su vez, juega un papel fundamental en la salud ocular, previniendo enfermedades en relación con la edad y la degeneración macular.
Otros beneficios más físicos incluyen la prevención de las enfermedades cardiovasculares, al tener propiedades antiinflamatorias y antitrombóticas. Así se logra un mejor funcionamiento del corazón y vasos sanguíneos, reducción de la presión arterial, niveles saludables de colesterol.
Promoción por la sostenibilidad
Los productos locales vascos no solo son un sello distintivo de identidad y calidad de la zona, sino que también son responsables con el medio ambiente. Asimismo, promueven prácticas agrícolas sostenibles, tanto con la preservación natural como cultural de la región. Elegir productos vascos es comprometerte de alguna forma con la agricultura sostenible, impulsando la economía local, promoviendo la salud del suelo y la biodiversidad de la zona.
Otro beneficio es la reducción de la huella de carbono, debido a la cercanía entre la producción y el consumo de alimentos locales. Esto se debe al ahorro en cuanto a transporte a largas distancias, una reducción de la dependencia de combustibles fósiles y disminución en la emisión de gases de efecto invernadero. Todas estas acciones contribuyen a atenuar el cambio climático, y potenciar sobre la implementación de prácticas sostenibles en el día a día.