El líder de la secta, Paul Mackenzie, y 29 de sus acólitos niegan los cargos

La Justicia de Kenia ha acusado a varios líderes de una secta cristiana de asesinar a 191 niños en el marco de un caso contra el grupo liderado por Paul Mackenzie, quien provocó la muerte de más de 430 de sus miembros tras ordenarles ayunar hasta morir.

Tanto Mackenzie como los otros 29 acólitos acusados han negado todos los cargos ante la jueza Thande Mugure en el Tribunal Superior de Malindi, faltando otro acusado más que ha sido considerado como mentalmente no apto para responder ante los cargos, según la emisora keniana Capital FM.

A mediados de enero, cerca de un centenar de personas, incluidos Mackenzie, fueron imputadas por terrorismo y asesinato por su papel en una masacre considerada como «la peor brecha de seguridad en la historia del país» por las autoridades.

Los principales líderes de la secta instaron a los adeptos a practicar el ayuno hasta la muerte bajo la promesa de que se encontrarán con Jesucristo en una nueva vida. Durante meses, las autoridades han realizado excavaciones y exhumaciones en grandes extensiones de bosque en la región de Shakahola (sur), donde han encontrado los cuerpos de unas 430 víctimas.