Las fuerzas de defensa sirias han denunciado en la madrugada del sábado un ataque aéreo del Ejército israelí contra diversas instalaciones ubicadas en distintos puntos de la provincia de Damasco, según el Ministerio de Defensa de Siria.

«Hacia las 01.05 horas (hora local) de hoy, el enemigo israelí ha lanzado una agresión aérea desde la dirección del Golán sirio ocupado, apuntando a varios puntos en la provincia de Damasco», ha explicado el Ministerio en un comunicado recogido por la agencia de noticias SANA.

En el mismo mensaje, se añade que las fuerzas defensas aéreas de Siria «han interceptado los misiles enemigos de la agresión y han derribado algunos». Asimismo, se confirman «algunas pérdidas materiales», aunque sin entrar en detalle sobre las mismas.

Por su parte, desde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos han añadido que el objetivo de los ataques ha sido un edificio residencial de situada en el oeste de la capital del país y que, como consecuencia, se han producido «explosiones violentas».

En total, el Observatorio ha contabilizado diez ataques israelíes contra territorio sirio en lo que va de año, siete de ellos aéreos y tres terrestres, en los que se han destruido unos 28 objetivos, incluidas armas y depósitos de municiones, cuarteles generales y vehículos.

Según la misma fuente, estos ataques se han saldado con la muerte de 24 militares y han dejado a otros siete heridos con lesiones de diversa consideración.

Israel reconoce de forma genérica ataques en Siria argumentando que actúa para evitar el establecimiento de bases iraníes en el país y el envío de armas al partido-milicia chií libanés Hezbolá por parte de las autoridades de Irán, que apoyan a Damasco en el marco de la guerra que estalló en 2011.

En este contexto, Irán ha acusado a Israel de la muerte de varios miembros de la Guardia Revolucionaria en bombardeos contra el país árabe, incluido Razi Musavi, uno de sus principales asesores en Siria y una figura cercana al antiguo jefe de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, muerto en enero de 2020 en un bombardeo estadounidense en Irak.