El Gobierno de Argentina espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de enero, que se dará a conocer este miércoles, sea menor al registrado en diciembre, cuando se situó en el 211,4% en términos interanuales y en el 25,5% mensual.
No obstante, el Ejecutivo es consciente de que todavía falta mucho camino por recorrer y prevé que se darán nuevos datos de inflación en los próximos meses que resultarán «difíciles y feos» para contar.
«Claramente, falta mucho camino por recorrer en materia inflacionaria para que podamos empezar a sentir algo de satisfacción», ha afirmado el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, en rueda de prensa este miércoles.
El Gobierno tiene claro que en los próximos meses debe dar la batalla para combatir la inflación, que «come día a día el poder adquisitivo», y seguirá mirando «hacia adelante» y trabajando «con entusiasmo» para enfrentar este grave problema.
En este sentido, Adorni ha señalado la necesidad de pulverizar el déficit fiscal como la mejor medida contra la inflación. Con todo, esta acción requerirá tiempo, aunque el Ejecutivo de Milei buscaría encontrar una solución en el período «más corto» que se pueda.
Recientemente, el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, señaló que el segundo semestre del año será «más calmo» tras un primer semestre «muy duro» en el que todavía se registrarán altas cifras de inflación, en el entorno del 20% mensual tanto en enero como en febrero.
«No es agradable contemplar los índices de inflación que estamos viendo. Todos sabemos que los cambios en la política monetaria y fiscal llevan tiempo», ha argumentado el portavoz.
Esta reducción de la inflación traerá, a juicio del Gobierno, una situación de cierta estabilidad en Argentina, permitiendo que la economía del país adquiera una imagen más previsible. En consecuencia, el sector privado podría animarse a aumentar la inversión y generar más empleos en un país que contará «con reglas claras». «Vamos a hacer que Argentina vuelva a la senda de crecimiento», ha defendido Adorni.