Una de cada dos mujeres en España aún se esconden al dar el pecho en público, según un estudio de LOLA MullenLowe y LinQ Market Research España realizado a finales del 2022 entre 200 madres lactantes entre 18 y 50 años, y recogido por la organización Teta&Teta para su campaña ‘Quien no llora no mama’, con la que piden una ley específica que proteja la lactancia en público.
Para ello, además, han colocado una escultura hiperrealista de un bebé enorme, obra de la artista Cristina Jobs, que llorará durante una semana en la Plaza del Reina Sofía de Madrid con el objetivo de recaudar firmas para impulsar esta norma.
Según este estudio, un 85% de mujeres creen necesaria ver protegido su derecho a amamantar en público, ya que un 63,5% de mujeres se han sentido juzgadas por dar el pecho y un 15% asegura que se les ha llegado a llamar la atención por ello, invitándolas a taparse o irse a un espacio más reservado. Así lo ha puesto de manifiesto este martes la portavoz de Teta&teta, Marina García Canedo, durante la presentación de su iniciativa.
«Una ley específica es necesaria. Haría que las mujeres se sintieran más libres a la hora de tomar la decisión de dar el pecho, una decisión que solo les pertenece a ellas y sobre la que no hay que opinar», ha defendido, para instar a la sociedad a firmar en la web quiennolloranomama.org para que su petición se pueda hacer realidad con la implicación del Gobierno al completo, no solo del Ministerio de Igualdad, ya que, según ha destacado, se trata de un tema que afecta a Sanidad, Derechos Sociales o Economía.
EVITAR «PRESIONES NOCIVAS»
Por su parte, la jurista experta en Derechos Humanos Violeta Assiego ha incidido en que a pesar de que ninguna ley prohíbe la lactancia materna en público, la falta de una regulación que proteja este derecho hace que a mujeres y niños aún se les discrimine en sitios públicos como museos, restaurantes o bibliotecas, entre otros.
Y es que, si bien la Ley Orgánica para la igualdad efectiva entre hombre y mujeres del año 2007 garantiza la protección y no discriminación sobre la maternidad, no evita las «presiones nocivas» que reciben las madres, ha ahondado.
En este sentido, ha explicado que en España muchas mujeres ponen reclamaciones y no se han llegado a juicios porque con la Ley de Igualdad se deja claro que es legal, pero igualmente ya han tenido que pasar por un momento «incómodo».
Por ello, una ley estatal específica es necesaria, ha insistido Assiego, quien pone como ejemplo a País Vasco como la única comunidad autónoma de España que protege concretamente la lactancia natural en lugares públicos.
«Es un derecho humano, de infancia, de las mujeres y lo que está en juego también es el derecho a la salud en el máximo nivel. Es un derecho que necesita una protección específica para blindar la no discriminación y evitar que las mujeres se vean expuestas», ha reiterado, para subrayar también que dar el pecho «garantiza un mundo más sostenible y la lucha contra la pobreza infantil».
Asimismo, ha señalado a EEUU, Reino Unido o algunos países de América Latina como Chile, como ejemplos a seguir porque ya protegen específicamente la lactancia en público.
TESTIMONIOS
Raquel, madre de cuatro hijos, ha contado, durante la presentación de la acción, la situación de discriminación que sufrió por dar el pecho a su hijo de dos años en una biblioteca pública de Burgos.
«Una vigilante de seguridad me dijo que no se podía dar de comer en la biblioteca, le dije que eso lo entendía, pero que yo estaba dando de mamar, algo normal, y que no podía dejar de hacerlo. Fue un momento muy violento, ella se puso más agresiva. Me dijo que si hubiera sido bebé de un mes lo entendía, pero que a un niño de dos años no le parecía normal», ha relatado.
Así, ha abogado por una ley que defienda la lactancia «tenga la edad que tenga el bebé». «La ley nos ayudaría a evitar esos momentos tan desagradables para nosotras y nuestros hijos», ha aseverado.
Patricia, otra madre que también ha sido increpada por dar el pecho en espacios públicos, ha apelado a la sociedad a apoyar la ley para que «se normalice» y que «ninguna madre tenga que ver interrumpida la lactancia», una necesidad de los niños.
«Que no sea solamente un derecho para la madre, que sea un derecho del niño, de manera que tenga siempre ese recurso disponible, y que ninguna madre se vea obligada a esconderse o no tener que hacerlo», ha sentenciado.
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