Los entornos rurales, en la actualidad, han ganado mucho protagonismo en cuanto a celebraciones privadas se refiere, como bodas y comuniones, debido al indudable encanto que rodea a este tipo de lugares.
Y, particularmente, los hoteles rurales cuentan no solo con los mejores escenarios para este tipo de eventos, sino que también disponen de todas las comodidades necesarias para disfrutar de un día inolvidable y un descanso reparador.
El hotel rural Font Salada, ubicado en Oliva, Valencia, es un espacio caracterizado por su comodidad y relax, que permite a sus huéspedes conectar con todos sus sentidos con sus experiencias al aire libre y la gastronomía local, además de realizar sus celebraciones íntimas en un entorno familiar.
Una boda sacada de un cuento
Las bodas rurales son actualmente una tendencia que muchos novios sueñan con aprovechar, no solo por la posibilidad de tener una celebración íntima, sino por las ventajas que tiene. En primer lugar, todos los invitados pueden permanecer en un mismo lugar, teniendo la oportunidad de conocerse, deleitarse con el paisaje antes de la ceremonia y no tener que preocuparse por volver a sus casas temprano, ya que pueden hospedarse en el hotel donde se lleva a cabo la celebración.
Por otra parte, la decoración del espacio no requiere tantos detalles, puesto que los hoteles rurales suelen tener entornos con abundante naturaleza que, por sí misma, es capaz de hacer lucir cualquier espacio como un lugar salido de un cuento. Y esto también tendrá su impacto en las fotografías y vídeos de recuerdo de uno de los momentos más felices e importantes de la pareja, con un escenario de ensueño y luz natural.
Asimismo, estos hoteles tienden a poner a disposición de los novios un equipo planificador de bodas para garantizar que la pareja tenga la boda de sus sueños, así como a un chef experto que se encarga de crear menús personalizados para hacer del evento único y especial.
Recuerdos familiares para toda la vida
Además de bodas, también pueden celebrarse en este lugar comuniones y bautizos. La primera comunión es un momento en el que los niños son los protagonistas y, por ende, merecen disfrutar de ello. En este sentido, los espacios amplios y seguros que rodean a los hoteles rurales permiten a los pequeños divertirse con total libertad, mientras los padres e invitados disfrutan de la tranquilidad que llena el lugar.
Además de esto, los espacios de los hoteles rurales están cargados de belleza y decoración natural, por lo que las fotografías y recuerdos de la celebración quedarán inmortalizadas en paisajes encantadores.
Para tener la comunión perfecta, los hoteles rurales cuentan con un equipo de decoración propio, encargado de crear ambientes personalizados y mágicos. Además, tienen un servicio de cocina con exquisitos menús para todos los gustos, así como también servicios de tarjetería, mesas dulces y animación.
Todo esto garantiza una celebración inolvidable tanto para el niño como para los padres.