La delegación de paz de Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha anunciado este martes el «congelamiento» de los diálogos con el Gobierno de Colombia debido a supuestas violaciones del acuerdo pactado entre las partes.
«El Gobierno colombiano, por medio del (Alto) Comisionado para la Paz, las Fuerzas Armadas y la Policía, viene adelantando acciones violatorias a lo pactado en la mesa de conversaciones con la delegación del ELN. (…) Los diálogos entrarían en una fase de congelamiento mientras el Gobierno se disponga a cumplir lo acordado», reza un comunicado.
El ELN ha criticado que las autoridades hayan «montado un diálogo regional en (la región de) Nariño por fuera de dicho proceso nacional y desconociendo la delegación» y la mesa en la que «participa la comunidad internacional oficiando como garantes» con la presencia de la ONU y la Conferencia Episcopal.
«Esta situación, que se veía venir, fue expuesta formalmente en la mesa y, de seguir su curso, haría entrar en crisis el proceso de diálogo al violar los acuerdos. Al hacerse público tal montaje, disfrazado de diálogos regionales, el proceso entra en crisis abierta y nos vemos en la obligación de llamar a consultas a nuestra delegación», ha manifestado.
REACCIÓN DEL GOBIERNO
Por su parte, la delegación del Gobierno ha afirmado que «ha cumplido a cabalidad todos sus compromisos» y ha agregado que «siempre ha estado dispuesto a encontrar salidas ante las situaciones críticas y las dificultades que ha enfrentado la mesa de diálogos».
Mientras que ha remarcado que ha «definido claramente» que su prioridad es desarrollar la paz en los territorios del país, ha defendido que «respeta y alienta» las iniciativas de mandatarios locales y ha aclarado que estas medidas «no dependen ni son inducidas por el Gobierno nacional, sino corresponden a los clamores de comunidades cansadas de la violencia».
«Las decisiones que unilateralmente tome el ELN son su entera responsabilidad, y conducen a generar crisis innecesarias que prolongan la confrontación armada y la violencia que sufren las comunidades, así como a debilitar la confianza de la sociedad colombiana en su voluntad de paz», reza un comunicado.
Es por ello que la delegación gubernamental ha sostenido que «está en manos del ELN valorar lo avanzado en el proceso, los compromisos cumplidos por el gobierno, sus propios esfuerzos en función de la paz, y profundizar en una solución negociada que responda al clamor de paz de la población».
El Gobierno colombiano se encuentra en diferentes fases de conversaciones tanto con el ELN como con la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en las que ambos han prometido el cese de los secuestros y han llevado a un alivio humanitario en las comunidades más afectadas.