General Motors invertirá 918 millones de dólares (unos 847 millones de euros) en cuatro fábricas de Estados Unidos para fabricar un nuevo motor de combustión V8 y componentes para vehículos eléctricos.
En concreto, la compañía automovilística destinará 854 millones de dólares (788 millones de euros) a preparar las instalaciones para fabricar dicho nuevo propulsor, mientras que los 64 millones de dólares restantes (59 millones de euros) irán a parar a la fabricación piezas fundidas y componentes que respaldan la producción de vehículos eléctricos.
Así, la multinacional automovilística inyectará 579 millones de dólares (534 millones de euros) en su factoría de motores de Flint (Michigan), mientras que en Bay City (Michigan) recaerán 216 millones de dólares (199 millones de euros). Además, destinará 55 millones de dólares (51 millones de euros) al centro de Defiance (Ohio) y 68 millones de dólares (63 millones de euros) al de Rochester (Nueva York).
«Estas inversiones permitirán a la compañía fortalecer su negocio de camionetas líder en la industria y de modelos todocamino y continuar respaldando la creciente cartera de eléctricos», ha explicado General Motors.
La compañía ha señalado que, con la última inversión anunciada, en total ha invertido más de 37.000 millones de dólares (más de 34.000 millones de euros) desde 2013 en sus instalaciones estadounidenses. En el país norteamericano, General Motors cuenta con más de 50 plantas de ensamblaje, estampado, propulsión y componentes y centros de distribución de piezas.
Gerald Johnson, vicepresidente ejecutivo de Fabricación Global y de Sostenibilidad, ha afirmado que «estas inversiones, junto con el trabajo y la dedicación de los trabajadores en Flint, Bay City, Rochester y Defiance, permiten a la empresa fabricar productos de categoría mundial para sus clientes y brindar seguridad laboral en estas plantas en los próximos años.
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