El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, se reunirán finalmente este domingo en París con motivo de la celebración del 60 aniversario del tratado de reconciliación entre ambos países y después de varios meses de aplazamiento por ciertos desacuerdos en «cuestiones clave» de política europea, en particular sobre defensa y energía.
El encuentro comenzará por la mañana con una ceremonia del Tratado del Elíseo en la Universidad de la Sorbona, en el arranque del 23º Consejo de Ministros francoalemán, que congregará a los responsables de las principales carteras de ambos países, antes de una declaración conjunta que tendrá lugar por la tarde y en la que se espera un comentario francoalemán sobre sus perspectivas en relación al futuro de Europa.
París ha avanzado que no espera anuncios sustanciales en este sentido ni sobre la guerra de Ucrania, tema dominante en las conversaciones, y en particular el recelo alemán a la hora de suministrar tanques a Kiev.
Por otro lado, y en lo correspondiente al tema económico, ambos países lanzarán un mensaje de cooperación en relación a la cadena de suministros, la transición a una economía sostenible y una posible reacción a la ley de Reducción de la Inflación estadounidense que podría poner a Europa en desventaja competitiva.
Ambas partes han enfatizado que las relaciones franco-alemanas se caracterizan por la búsqueda de un terreno común y por la estrecha cooperación bilateral en temas tan puntuales como la profesionalización juvenil, de ahí que serán presentados los primeros participantes de la recién creada red «Generación Europa» para jóvenes profesionales alemanes y franceses.
Antes del encuentro, Scholz y Macron destacaron su voluntad de fortalecer Europa en un artículo invitado para el periódico alemán ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’, en el que destacaron puntos clave para una Europa soberana en la que las personas puedan vivir en paz, prosperidad y libertad.
«Para una Europa fuerte del mañana, ahora debemos invertir más en nuestras fuerzas armadas y en los cimientos de nuestra industria de defensa», escribieron el canciller y el presidente. Esto, dijeron, mejorará las capacidades de defensa y convertirá a Europa en un socio más fuerte también para Estados Unidos.
«Abogaremos firmemente por una estrategia ambiciosa para promover la competitividad de la industria europea y un entorno europeo que fomente la competencia y la innovación», añadieron Scholz y Macron, sin abordar directamente las desventajas para Europa temidas por la nueva Ley de Reducción de la Inflación de EEUU.
Ambos líderes también destacaron que se están esforzando por alcanzar progresos rápidos y concretos en el proceso de ampliación de la UE.
«Debemos asegurarnos de que una Unión Europea ampliada siga siendo capaz de actuar, con instituciones más eficientes y procesos de toma de decisiones más rápidos, en particular ampliando la votación por mayoría cualificada en el consejo», escribieron los dos líderes, en referencia específica a los países de los Balcanes Occidentales, la mayoría de los cuales se encuentran en diferentes etapas del largo proceso para unirse a la Unión Europea.
Para convertirse en el primer continente neutral en carbono del mundo, añadieron, debe existir un enfoque en la energía renovable, baja en carbono y el uso de hidrógeno. «Trabajaremos en un mejor funcionamiento del mercado eléctrico y participaremos en la compra conjunta de gas a nivel europeo», remacharon.
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