Los Reyes Felipe VI y Letizia realizarán en el mes de febrero un viaje a Angola en la que constituirá la primera visita de Estado que realizan a un país del África Subsahariana desde su llegada al trono.
Así lo ha anunciado el propio monarca en su discurso de clausura de la VI Conferencia de Embajadores celebrada el lunes y el martes en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid.
«Será nuestra primera visita de Estado a un país de África Subsahariana y la esperamos, por ello, con especial ilusión», ha reconocido Don Felipe, que ha puesto en valor los esfuerzos que viene realizando España para incrementar el número de embajadas en África y también el «aumento de contactos a distintos niveles» con los países africanos.
África, ha defendido el Rey, es «un continente vasto y plural, con infinidad de necesidades y lleno de posibilidades de cooperar» con su desarrollo. «Es un continente de oportunidad y de futuro, que requiere tejer relaciones de confianza duradera y de interés genuino en un progreso compartido», ha reivindicado.
En este sentido, ha apostado por «seguir haciendo valer», desde el Atlántico hasta el Índico, «nuestra interlocución única, nuestro rico acervo de relaciones bilaterales y nuestra capacidad de acción multilateral, promoviendo nuestros valores e intereses, al tiempo que procuramos ser mejores en la búsqueda del bien común».
RELACIÓN CON EL MAGREB
Don Felipe también ha puesto de relieve la importancia de la relación con los países del Magreb. Una región, ha señalado, en la que fuera de la UE, «están las bases de nuestra propia seguridad y de nuestra prosperidad». «Por eso es muy importante la atención que hemos recabado de nuestros socios y aliados» hacia el llamado Flanco Sur, «en el que España tiene tanto que decir, que hacer y que aportar», ha señalado.
En este sentido, ha mencionado la «nueva etapa» iniciada con Marruecos y que «debe permitirnos avanzar sobre pilares más fuertes y sólidos», así como la voluntad de «tener esas mismas relaciones» con todos los «vecinos magrebíes», entre los que ha citado a Argelia, Mauritania, Túnez y Libia.
Sin mencionar en concreto la crisis con Argelia, Don Felipe ha dejado claro que España quiere tener unas relaciones «basadas en unos mismos principios de respeto mutuo y de respeto de nuestras respectivas esferas de soberanía, de cumplimiento de los acuerdos y de genuina cooperación».
Previamente, se había referido también a las especiales relaciones con América Latina y el Caribe y al «pasado común compartido», defendiendo la necesidad de profundizar en la relación entre la UE y esta región porque es «mutuamente beneficioso».
Asimismo, se ha felicitado del «buen estado» de la relación transatlántica y de la «revitalización» que esta ha experimentado en los últimos tiempos, resaltado la buena relación bilateral que hay tanto con Estados Unidos como con Canadá.
También ha reconocido el «papel central» que parece estar llamada a jugar China en esta «época de grandes cambios geoestratégicos» en la que se está configurando «un posible nuevo orden internacional».
PRESIDENCIA DE LA UE
Por lo que se refiere a la Presidencia de la UE en el segundo semestre de 2023, el monarca ha resaltado que «ofrecerá a España la oportunidad de mostrar lo que es: un miembro de la Unión Europea ya veterano, una sociedad dinámica, plural, tolerante y un país profundamente europeísta».
Asimismo, ha añadido, «será así un ejercicio de todos, Administraciones Publicas y sociedad», en el que los embajadores asumirán un papel de «especial responsabilidad». En este sentido, Don Felipe ha tenido palabras de elogio hacia la labor que desempeñan los diplomáticos españoles en todo el mundo.
«España cuenta con un Servicio Exterior prestigioso y eficaz, del que la Carrera Diplomática es piedra angular» y que está integrado por «magníficos profesionales» que defienden las posiciones del país y a los que toca «negociar muchas veces en entornos complejos», ha encomiado. A todos ellos, ha aprovechado para reiterarles el apoyo de la Corona a su «honrosa labor».
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