El director de Comunicación, Marca y Relaciones Institucionales de Ibercaja, Enrique Barbero, ha indicado que las consecuencias que tendría para el sector la posible fusión entre BBVA y Sabadell «se verán en su momento» y ha asegurado que Ibercaja sólo contempla un «futuro independiente» que favorezca el crecimiento del negocio y mantenga la «identidad y esencia» que le han caracterizado durante casi 150 años.
«Ni en los últimos años se ha participado ni se ha pensado en participar en ningún proceso de consolidación del sector, ni está en la agenda de los tres próximos años», ha recalcado, añadiendo que ni el presidente de Ibercaja, Francisco Serrano, ni el consejero delegado, Víctor Iglesias, avanzaron «ningún proceso de integración corporativa» en la presentación del Plan Estratégico 2024-2026 del pasado 27 de abril.
En cualquier caso, Barbero ha afirmado este jueves, durante la presentación de la Revista de Economía Aragonesa, editada por Ibercaja, que BBVA y Sabadell son «dos magníficas entidades financieras» y serán sus accionistas los que tendrán que evaluar la conveniencia o no de ese proceso de fusión. Si se materializa, ha comentado, «traerá consigo unas consecuencias que se verán cuando en su momento».
Acerca de un posible «endurecimiento de las condiciones» como efecto de la fusión, el director de Comunicación, Marca y Relaciones Institucionales de Ibercaja ha recordado que el español es el sector financiero más concentrado de Europa, ya que más del 70% de la cuota de mercado está en cinco entidades, dos de ellas BBVA y Sabadell. Este indicador se sitúa entre el 30% y el 50% en otros países europeos.
Dicha concentración no ha impedido que la competencia en el sector sea «viva, intensa y fuerte» entre las entidades, ya que a ello se suman otros operadores como Fintech, Big Tech y distribuidores comerciales que financian el consumo.
En este punto, ha expuesto como ejemplo que el precio medio de las hipotecas en España está 50 puntos básicos por debajo del de Alemania. «Compartimos euro, tipo de interés y sistema financiero, y pese a que su sector está menos concentrado, las hipotecas son algo más caras», ha argumentado, para después aseverar que la concentración «no afecta al nivel de competencia».
JORNADA LABORAL
Una de las principales reivindicaciones de los participantes en la manifestación del 1 de Mayo, Día Internacional de Trabajo, ha pasado por la reducción de la jornada laboral. En este sentido, el jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja, Santiago Martínez, ha señalado que a lo largo de los años «ha ido a menos por sí sola».
Ha observado que si la jornada laboral se regula por decreto, esta reducción no se ajusta a la productividad y «menos horas, con el mismo salario, supone una caída de la productividad a medio plazo, así como del empleo y los salarios en un horizonte más amplio».
Así, ha reconocido que la voluntad de «trabajar menos y cobrar más» es una tendencia social que puede conseguirse mejorando la productividad, con más inversión y reformas de otro calado, pero no con decretos ni reformas del mercado laboral.
PERIODOS TRANSITORIOS
Enrique Barbero ha abogado por la existencia de periodos transitorios de dos o tres años, es decir, que las reformas no conlleven una aplicación inmediata, con el objetivo de «suavizar» la aclimatación de las empresas y los trabajadores a los cambios.
Asimismo, ha pedido que los cambios en este sentido sean «lo más dialogados posible» y huyan de la unilateralidad, apostando por una «negociación tripartita» en la que intervengan el Gobierno central, sindicatos y patronal. En los casos en los que se ha optado por esta fórmula, ha manifestado Barbero, «los resultados han sido magníficos sobre la economía española y el mercado laboral», como ha ocurrido con los ERTE durante la pandemia.