Al menos quince miembros de las fuerzas de seguridad sirias han muerto este viernes en varios ataques perpetrados por el grupo terrorista Estado Islámico a las afueras de la provincia de Homs, en el centro de Siria.

Los ataques han ocurrido de forma simultánea en tres instalaciones militares situadas en la provincia, según informaciones del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que tiene su sede en Londres pero cuenta con informantes sobre el terreno.

«Miembros de Estado Islámico han llevado a cabo ataques sorpresa contra las instalaciones de las fuerzas gubernamentales y grupos afiliados a las mismas en el este y el centro de la provincia de Homs», ha indicado la organización.

A pesar de su derrota en 2019, el grupo terrorista, cuyos miembros se vieron obligados a retirarse hacia el desierto sirio, sigue perpetrando ataques mortales, especialmente contra fuerzas progubernamentales en zonas de Homs, Raqqa y Deir Ezzor.

El pasado 19 de abril llevaron a cabo un atentado en el que murieron 28 militares sirios y miembros de las fuerzas progubernamentales en zonas bajo control del Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad. La guerra, que comenzó en 2011 tras la brutal represión ejercida por el Gobierno contra los manifestantes, ha dejado más de medio millón de muertos en todo el país.