Dos consejeros de EiDF, Susana Olcina Guerrero y Enrique Pérez Hernández Ruiz-Falcó, no han firmado las cuentas anuales consolidadas e individuales de la compañía, con salvedades del auditor, uno por encontrarse en el extranjero sin «conexión» y otro por indisposición, según ha informado la firma cotizada en el BME Growth.
En concreto, la compañía ha explicado que Susana Olcina Guerrero no las firmó «por hallarse en el extranjero sin posibilidades de conexión», al tiempo que la falta de Enrique Pérez-Hernández Ruiz-Falcó fue «por indisposición».
En ambos casos, EiDF ha explicado que ya se expresó en una diligencia al acta del consejo de administración de formulación de las cuentas.
EiDF registró unas pérdidas de 31,958 millones de euros en el ejercicio 2023, lo que supone casi multiplicar por ocho los ‘números rojos’ de 4,036 millones de euros del año anterior, informó la compañía cotizada en el BME Growth, que vuelve a chocar con su auditor, PwC, que incluye salvedades en sus cuentas.
A pesar de estas pérdidas, el grupo destacó que fue capaz de revertir el signo del fondo de maniobra, que pasa de un saldo negativo de -20,930 millones de euros a 31 de diciembre de 2022 a un saldo positivo de 9,634 millones de euros a 31 de diciembre de 2023. Una mejora de 30,6 millones de euros desde el cierre del ejercicio anterior.
Los ingresos agregados del grupo en 2023 ascendieron a 229,2 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado se situó en los 25,22 millones de euros.
Asimismo, EiDF indicó que, «con el objetivo de sentar unas bases sólidas en aras del crecimiento que lleva desarrollando los últimos años, se ha optado por una política de máxima prudencia, optimizando aquellas partidas en el balance del grupo para mayor precisión y transparencia».
No obstante, el grupo vuelve a contar con salvedades en sus cuentas de su auditor, en esta ocasión PwC, que puso de manifiesto que siguen «existiendo debilidades significativas en el modelo de control interno del grupo».