La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha pedido este lunes junto al presidente francés, Emmanuel Macron, que China juegue un papel para acabar la guerra en Ucrania y parar las amenazas nucleares de Rusia, pidiendo además que limite el envío de bienes de doble uso, civil y militar, que acaban siendo empleados en la guerra en Ucrania.
En una reunión trilateral en París, Francia, con el líder chino, Xi Jinping, la presidenta comunitaria y el dirigente francés han recalcado la necesidad de no suministrar armas letales a Rusia, incidiendo además en que Pekín vigile más el suministro de bienes de uso civil y militar, como drones, a Moscú, ante el riesgo de que este tipo de material acabe siendo empleado en la agresión contra Ucrania.
«Es necesario redoblar los esfuerzos para limitar la entrega a Rusia de productos de doble uso que puedan llegar al campo de batalla», ha apuntado Von der Leyen al concluir la cita trilateral, asegurando que esto amenaza con influir en las relaciones entre la UE y China.
PARAR LA RETÓRICA NUCLEAR
En todo caso, los dirigentes europeos han buscado atraer al líder chino a las posiciones comunitarias respecto a Ucrania, asegurando que tanto a la UE como a China le interesa lograr la paz y seguridad en Europa.
«Contamos con que China utilice toda su influencia sobre Rusia para poner fin a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania», ha asegurado, en una nueva llamada de Bruselas para que Pekín ejerza presión a Moscú para acabar el conflicto en Ucrania que inició en febrero de 2022.
La líder del Ejecutivo europeo ha querido destacar el «papel importante» de Xi a la hora de reducir las «irresponsables amenazas nucleares de Rusia» y ha confiado en que ahora el presidente chino siga mandando ese mensaje a Moscú, en el contexto de las nuevas amenazas tras anunciar maniobras con armas nucleares en el sur del país.
Xi ha arrancado este domingo en Francia su primera visita a Europa en cinco años, un viaje en el que compartirá impresiones sobre el desarrollo económico y el rol global de su país con dirigentes de dos modelos políticos, uno entroncado firmemente en la Unión Europea, representado en Francia, y otro más próximo al entorno ruso y chino como son Hungría y Serbia.