Suiza ha ganado la 68ª edición del Festival de Eurovisión gracias a Nemo y la canción ‘The Code’, que ha obtenido un total de 591 puntos. España, representada por Nebulossa y su ‘Zorra’, ha obtenido la 22ª posición con 30 puntos.
La segunda posición del certamen ha ido para Croacia y la tercera para Ucrania. El voto del jurado lo ha ganado Suiza y el del televoto, Croacia, con 337 puntos. Es la tercera victoria para Suiza en el certamen, tras la edición inaugural y el triunfo de Céline Dion en 1988.
La clasificación final ha dejado a Suiza, Croacia y Ucrania como top 3 y tras ellos, Francia, Israel, Irlanda, Italia, Armenia, Suecia y Portugal cierra el top 10.
Entre las sorpresas de las votaciones, los cero puntos del televoto para el cantante con más seguidores de la noche: Olly Alexander, del Reino Unido, que ha conseguido un puesto 19 gracias a los 46 puntos que le ha dado el jurado.
España ha recibido un total de 30 puntos: 19 del jurado (siete de Italia, seis de San Marino, cuatro de Austria y uno de Finlandia y Suiza) y 11 del televoto (tres puntos de Portugal y Finlandia, dos de Irlanda y Francia y uno de Italia).
‘Zorra’ ha quedado por encima de Austria, Eslovenia y Noruega, que ha conseguido su duodécima última posición en Eurovisión. España ha quedado en el puesto 22 en otras dos ocasiones: en 2016 con Barei y en 2019 con Miki.
Suiza, por su parte, se ha llevado su tercer certamen de Eurovisión y organizará el próximo certamen. La ciudad de Ginebra ya ha mostrado su disposición a acoger el certamen.
«ROMPÍ EL CÓDIGO Y ROMPÍ EL TROFEO»
Le deben el triunfo a Nemo, que también es la primera persona no binaria en ganar el certamen. Nemo ha aprovechado la rueda de prensa tras la victoria para celebrar la presencia y la visibilidad de los artistas queer en el certamen.
Igualmente, a la pregunta de cómo le ha afectado la situación que ha rodeado a este certamen, Nemo ha señalado que la experiencia ha sido «muy intensa» y que «muchas de las cosas no han sido amor y unidad, y eso me puso muy triste». «Sin embargo, también hubo mucho amor y mucha unión, muchas culturas diferentes uniéndose», ha añadido y ha sentenciado: «De verdad espero que Eurovisión pueda continuar siendo un lugar en el que manifestarse por la paz y el amor en el futuro», ha añadido.
Y ha hecho una analogía con una de las anécdotas de la jornada: se le ha roto el trofeo nada más cogerlo. «Rompí el código (por la letra de su canción) y rompí el trofeo. El trofeo puede arreglarse. Quizá Eurovisión deba arreglarse un poco también», ha añadido.
EXPULSIÓN DE PAÍSES BAJOS
La 68ª edición del Festival de Eurovisión ha comenzado su emisión tras un día ajetreado en Malmö que ha comenzado con la descalificación del representante de Países Bajos, Joost Klein, por una investigación que pende sobre él por unas presuntas amenazas a una trabajadora de la producción del certamen en la semifinal del jueves.
A lo largo de la tarde, varias delegaciones han mostrado su queja con la delegación israelí, a la que han acusado de acosar a sus artistas dentro del centro de prensa. La UER ha separado a Israel del resto de delegaciones en los camerinos a primera hora de la tarde, y según el medio israelí Ynet, ha retirado la acreditación al estilista de su representante, Eden Golan, tras intentar grabar sin su permiso a la representante de Grecia, Marina Satti.
A nivel musical, la gala ha comenzado con la actuación del líder de la banda Blue Swede, Björn Skifs, el primer artista sueco en conseguir un número uno en ventas en la lista americana Billboard en 1974, el mismo año en que ABBA ganó Eurovisión. Los hologramas del famoso grupo sueco que se utilizan en el ABBA Voyage han aparecido en el show.