En Venalink comparten historias de éxito de farmacias que han implantado el servicio SPD. Fernando Ferrer, farmacéutico de la Farmacia Estrela Ferrer en Mistala (Valencia), lleva años trabajando con ellos y transmite todo su entusiasmo y compromiso con la salud de sus pacientes en la implantación del servicio.
En las fotos que se comparten, el título perfecto sería: “¿Qué puedo hacer por mis pacientes para que cada día estén mejor?”. Lo que se ha aprendido de Fernando es su vocación de servicio al paciente y su compromiso con la mejora de la salud de los mismos.
La farmacia está ubicada en el municipio valenciano de Mislata. Este municipio siempre fue tradicionalmente conocido por su importante producción de trigo, maíz, seda, cáñamo, vino, aceite y legumbres. Hoy en día la actividad agrícola es residual, puesto que solo quedan 33 hectáreas (hortalizas, patatas y cítricos) que ocupaban tan solo al 1,3% de la población en 2005. No en vano el crecimiento económico de Mislata se debe al estímulo que suponía para la industria y el comercio durante la Edad Media el situarse cerca de Valencia, pero fuera de sus límites, lo cual liberaba a estas actividades del pago de ciertos impuestos y de un precio del suelo excesivo.
Compromiso y vocación de servicio en la implantación del servicio SPD en la farmacia
¿Fernando, qué te impulsó a valorar la implantación del servicio SPD en tu farmacia?
Siempre me ha gustado la idea de implantar servicios profesionales en la Farmacia Comunitaria con el objetivo de mejorar la salud y calidad de vida del paciente y a su vez promover el uso racional del medicamento para optimizar la adherencia y, por tanto, el resultado del tratamiento.
En mi caso, fue el familiar de un paciente quién me solicitó el servicio que yo todavía no prestaba. Él lo conocía y pensaba que era necesario para su madre que vive sola con un cuidador, es polimedicada y con una pauta muy compleja.
Consideré que determinados pacientes, como era este caso, podían beneficiarse del Sistema Personalizado de Dispensación (SPD), así que destiné los recursos necesarios para poder ofrecer el servicio.
¿Cuáles fueron las principales barreras de entrada para consolidar este servicio?
En mi caso la principal barrera al principio fue el desconocimiento del servicio por parte de los pacientes. No conocían la ayuda y el beneficio que puede aportar el SPD a determinados pacientes y/o familiares. Esto significa que tenemos que dedicar el tiempo que sea necesario a explicar a los pacientes el impacto que puede tener no cumplir correctamente el tratamiento y cómo podemos ayudarles con este servicio.
En algunos casos, el coste del servicio supone otra barrera debido a la falta de recursos económicos del paciente que junto al copago y a la desfinanciación de determinados grupos de medicamentos hacen que este colectivo de pacientes, que muchas veces son los que más lo puedan necesitar, no se puedan beneficiar del servicio SPD.
También existe otra barrera, cuando la contratación del servicio es por parte de un familiar o cuidador, a veces, el paciente es reticente, ya que pierde el control de su medicación. Están acostumbrados a tener reservas de medicamentos en casa.
En caso de existir tales obstáculos, ¿cómo consiguió que el paciente accediera a recibir este servicio?
Ofreciendo unas primeras semanas de prueba para que valorasen la eficacia del servicio.
Es primordial que en la entrevista inicial se informe muy bien en qué consiste el servicio y cómo manejar el SPD. Es muy importante el hecho de que el paciente esté convencido y entienda el beneficio y la ayuda que le va a aportar el SPD al control y seguimiento de su enfermedad.
Por otra parte… ¿cuál es el grado de satisfacción de los pacientes que utilizan el SPD? ¿Cree que los pacientes usuarios de este servicio valoran el hecho de que su farmacéutico le ayude en la gestión de sus medicamentos ofreciendo este servicio?
El grado de satisfacción es muy alto tanto para ellos como para los familiares o cuidadores y por supuesto también para la Farmacia. Valoran la eficacia en el cumplimiento del tratamiento y la comodidad del servicio, pero sobre todo el hecho de que hay un profesional farmacéutico controlando periódicamente su tratamiento, con la seguridad que ello conlleva a la hora de detectar cualquier problema relacionado con el medicamento. Esto hace que el paciente que empieza el servicio normalmente no lo suele abandonar.
¿Qué puede aportar a una farmacia la implantación de un servicio como el SPD? ¿Cuál es su opinión en lo que respecta a la implantación de servicios profesionales en la farmacia?
Sobre todo profesionalidad y confianza hacia el paciente al llevar un seguimiento más próximo de su tratamiento. A su vez, este servicio ayuda a fomentar la relación con otros profesionales sanitarios como los médicos.
Debemos implantar aquellos servicios que más se adecúen a nuestros recursos y a nuestro entorno en beneficio del paciente. La sociedad requiere de estos servicios y nosotros somos los profesionales indicados estando preparados y formados para ofrecerlos con las mejores garantías. No podemos quedarnos parados.
Se trata de un servicio posterior a la dispensación en la farmacia comunitaria y como tal, también el alumnado de farmacia debe conocerlo y formarse. Nosotros como farmacéuticos somos los profesionales más adecuados e indicados para ofrecer este servicio profesional, pero para prestarlo será muy importante seguir unos protocolos normalizados de trabajo, donde la calidad y seguridad sean primordiales, para ello es necesaria la colaboración de las universidades, colegios farmacéuticos y sociedades científicas para que tengamos una formación adecuada y de calidad.
Casos reales de uso de SPD Venalink
¿Puede contarnos un caso concreto de mejora de resultados en salud de un paciente usuario de este servicio?
Paciente diabético, polimedicado y con dificultad para leer. Presentaba falta de adherencia al tratamiento, problemas relacionados con los medicamentos y, por lo tanto, un mal control de su problema de salud.
Tras un año de SPD, con un seguimiento y control permanente por su médico especialista en colaboración con enfermería y con la farmacia comunitaria, el paciente consigue un adecuado control de su enfermedad. El médico especialista le ha dado el alta a dicho control para que sea el médico de atención primaria junto con la farmacia comunitaria quienes lleven el control del paciente hasta próximas revisiones.
Otro paciente muy especial, que se ha visto beneficiado del servicio de SPD, ha sido mi abuela de 99 años. Hasta hace un año solo llevaba pautado un medicamento de forma crónica y a raíz de sufrir una arritmia el año pasado, aumentó el número de medicamentos en su tratamiento. Ella, aunque hace vida completamente normal y se vale por sí misma, está al cuidado de sus familiares y dependiendo del día y de la semana vive con uno de sus 5 hijos. Este cambio constante de domicilio y la pauta compleja de hasta dos medicamentos de su tratamiento, hizo que accediera al servicio para asegurar una correcta adherencia y mejor control de su problema de salud.
Gracias a Fernando y a farmacéuticos como él por ayudar a dar visibilidad a la labor que cada día hace la Farmacia.