El Gobierno del este de Libia ha condenado este sábado el secuestro del diputado Ibrahim al Dresi, que se encuentra en paradero desconocido desde la noche del pasado jueves, después de que se encontrase en Bengasi su vehículo con restos de sangre.
En un comunicado, la Cámara de Representantes ha pedido a «todos» los servicios de seguridad del Gobierno que hagan «todo» lo posible por investigar lo ocurrido, «liberar a Dresi de su cautiverio y garantizar su regreso sano y salvo». Asimismo, ha condenado el secuestro, la desaparición y la agresión, «cualquiera que sea su origen y la víctima», afirmando que violan «la ley, la ‘sharia’ y la moral».
El primer ministro del Gobierno con sede en Bengasi, Osama Hamad, sigue «con gran preocupación» este suceso y ha ordenado a «todos» los organismos que «intensifiquen sus esfuerzos para encontrarlo», según recoge en su página web ‘The Libya Observer’.
Por su parte, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) también ha manifestado su «profunda» preocupación por el secuestro de este miembro de la Cámara de Representantes, y ha pedido a las autoridades competentes que «garanticen su pronta liberación».
El secuestro tuvo lugar en la tarde del jueves, alrededor de las 20.00 horas (hora local), porque desde entonces al Dresi «no contestó a su teléfono móvil y éste se apagó». Fuentes locales han confirmado al citado que medio que su coche fue encontrado en la zona de Sidi Faraj, en el este de Bengasi, con restos de sangre.
Libia se encuentra dividida en dos administraciones después de que la Cámara de Representantes diera por finalizado el mandato del entonces primer ministro, Abdul Hamid Dbeibé, por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en diciembre de 2021 y nombrara para el cargo a Fazi Bashaga. Éste fue posteriormente suspendido de sus funciones y reemplazado por el hasta entonces ministro de Finanzas, Osama Hamad.