La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha alertado este martes de la falta de servicios de protección y asistencia a migrantes en las rutas migratorias que se extienden desde las costas este y oeste de África hacia el mar Mediterráneo, desde donde cientos de miles de personas esperan llegar a Europa.
«Los servicios de protección como la asistencia humanitaria, el albergue o mecanismos de derivación y acceso a la justicia, no suelen estar disponibles en núcleos y zonas de tránsito de flujos mixtos de refugiados y migrantes en áreas de difícil acceso, como el desierto del Sáhara. Desafortunadamente, los socios locales presentes en estos lugares a menudo no son tenidos en cuenta por los donantes o no se les da prioridad para recibir financiación; mientras que la colaboración operativa con las autoridades locales es casi inexistente», reza un comunicado de la organización.
En ese sentido, ACNUR ha aseverado que se trata de una situación «alarmante» que se ha «agudizado» en los últimos años, especialmente por el auge del terrorismo en los países del Sahel y por la guerra en Sudán.
Otra de las razones es la falta de financiación estable a las organizaciones humanitarias locales, que cuentan de por sí con pocos recursos para proporcionar alternativas a estos viajes o para mitigar el sufrimiento de las personas que realizan estas rutas, quienes «a menudo subestiman» los riesgos de las mismas, donde muchos acaban perdiendo la vida o siendo víctimas de traficantes y redes de trata de personas.
Es por ello por lo que ACNUR pide mejorar los mecanismos de participación y comunicación comunitaria encaminados a difundir información sobre los peligros y para desmentir informaciones divulgadas por traficantes.
Según el ‘Informe de Mapeo de Servicios de Protección, un enfoque basado en rutas para los servicios de protección a lo largo de las rutas de movimientos mixtos’, entre los migrantes y refugiados también hay una gran cantidad de ciudadanos de Bangladesh, Pakistán, Egipto y Siria.
«Los horrores a los que se enfrentan las personas refugiadas y migrantes a lo largo de estas rutas son inimaginables. Trágicamente, muchas de ellas mueren al cruzar el desierto o cerca de las fronteras, y la mayoría sufre graves violaciones de los Derechos Humanos en el camino, incluyendo violencia sexual y de género, secuestros a cambio de un rescate, torturas, abusos físicos, detención arbitraria, tráfico de personas y expulsiones colectivas», ha aseverado ACNUR.
En ese sentido, el organismo ha instado a donantes y socios a apoyar intervenciones humanitarias con el objetivo de aumentar tanto la disponibilidad como la capacidad de respuesta en lugares considerados clave en los países que abarca el informe, que son Argelia, Burkina Faso, Camerún, Chad, Costa de Marfil, Yibuti, Egipto, Etiopía, Libia, Malí, Mauritania, Marruecos, Níger, Somalia y Sudán.
«Entre otras cosas, esto incluiría un mejor acceso a vías legales para alcanzar la seguridad y la mejora de los servicios de protección para las víctimas, así como para aquellas personas en riesgo de convertirse en víctimas a lo largo de las rutas», ha añadido la organización.