La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que China ha cambiado de forma sistemática el nombre de cientos de localidades en la región de Xinjiang con significado religioso, histórico o cultural para la minoría musulmana uigur a otros que reflejan la ideología del Partido Comunista de China.
«Las autoridades chinas han cambiado cientos de nombres de pueblos en Xinjiang de aquellos ricos en significado para los uigures a otros que reflejan la propaganda gubernamental. Estos cambios de nombre parecen formar parte de los esfuerzos del Gobierno chino por borrar las expresiones culturales y religiosas de los uigures», ha denunciado la directora de HRW para China, Maya Wang.
En una investigación conjunta con la organización Ayuda Uigur (Uyghur Hjelp), con sede en Noruega, han rastreado a través de la página web de la Oficina Nacional de Estadística de China los nombres de las localidades entre 2009 y 2023 y han identificado que 630 han cambiado en este sentido, siendo los tres nombres más comunes entre las nuevas sustituciones «felicidad», «unidad» y «armonía».
HRW ha reconocido que, aunque esta tendencia continua, la mayoría de los cambios ocurrieron entre 2017 y 2019, cuando «los crímenes contra la humanidad del Gobierno chino se intensificaron en la región». Además, ha lamentado que se desconoce el «impacto completo» de estas medidas en la vida de los locales debido a la falta de acceso.
No obstante, la organización Ayuda Uigur ha entrevistado a once personas de esta minoría que vivían en aldeas cuyos nombres han sido cambiados y ha descubierto que esto ha tenido un «profundo» impacto sobre ellos. Por ejemplo, una de ellas tuvo dificultades para regresar a casa después de haber sido liberada de un cambio de reeducación porque el sistema ya no incluía el anterior nombre.
La ONG ha recordado que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que Pekín ha firmado aunque no ratificado, establece que «en los Estados en los que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, no se negará a las personas pertenecientes a dichas minorías el derecho, en comunidad con los demás miembros de su grupo, disfrutar de su propia cultura, profesar y practicar su propia religión o utilizar su propìa lengua».
Además, ha recordado que en 2014, el Gobierno chino lanzó una «campaña de golpe duro contra el terrorismo violento», desde 2017 «ha llevado a cabo un ataque generalizado y sistemático contra los uigures y otros musulmanes», incluyendo detenciones arbitrarias masivas, torturas, desapariciones forzadas, vigilancia masiva, persecución cultura y religiosa, separación de familias, trabajos forzados, violencia sexual y violaciones de derechos reproductivos.
«Los Gobiernos preocupados y la oficina de Derechos Humanos de la ONU deberían intensificar sus esfuerzos para responsabilizar al Gobierno chino por sus abusos a la minoría uigur. Deberían aprovechar las próximas sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y todas las reuniones bilaterales de alto nivel para presionar a Pekín para que libere a los cientos de miles de uigures que aún están encarcelados injustamente», ha declarado el fundador de Ayuda Uigur, Abduweli Ayub.