El presidente de Kenia, William Ruto, ha condenado los violentos altercados que se han producido este martes en Nairobi, que han dejado al menos cinco muertos, durante las protestas por su reforma económica, calificándolos de «traición» y lamenta que las demandas hayan sido «secuestradas» por los «criminales».
«Los acontecimientos de hoy marcan un punto crítico en la forma en que respondemos a las amenazas a la seguridad nacional. Nos aseguraremos de que una situación de esta naturaleza no vuelva a ocurrir», ha manifestado Ruto en un mensaje televisado a todo el país, recogen medios kenianos.
«El ataque de hoy ha provocado la pérdida de vidas, la destrucción de bienes y la falta de respeto a las instituciones», ha incidido Ruto para quien los altercados de este martes pueden ser considerados como «actos de traición».
Ruto ha prometido que darán respuesta a los hechos de traición, ha insistido, que se han producido en la capital y ha advertido de que darán con quienes han «secuestrado» las demandas de la población, así como con los «cómplices» y con quienes han «financiado y orquestado» la «violencia» y la «anarquía».
Las protestas, ha subrayado, deben llevarse a cabo de tal forman que «respeten el estado de derecho y las instituciones», agradeciendo que los organizadores de las protestas de la semana pasada hayan dado muestras de querer iniciar un diálogo.
Sin embargo, tras los episodios de este martes, Ruto ha dicho que «es muy doloroso para Kenia que una conversación tan crucial haya sido secuestrada por gente peligrosa» y lamenta que haya «criminales» que haciéndose pasar por «manifestantes pacíficos» puedan «aterrorizar a la gente y esperar quedar impunes».
Si bien las cifras todavía no están claras, al menos cinco personas habrían muerto y decenas más han resultado heridas durante las violentas protestas que se han registrado este martes en Nairobi contra una reforma del Gobierno que incluye un aumento de los impuestos para paliar el déficit y la dependencia exterior.
Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes se han agudizado después de que decenas de personas hayan irrumpido en el Parlamento, momentos después de que los disputados dieran el visto bueno a la reforma. Para contener la situación, las Fuerzas Armadas han sido desplegadas en las calles.