El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha denunciado este domingo que hombres armados no identificados han atacado tres camiones de la agencia que estaban «llenos de ayuda alimentaria» y que se dirigían al estado de Darfur Central, todo ello en medio de la guerra entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).

«La ayuda alimentaria destinada a alimentar a miles de personas ha sido saqueada. Instamos a las autoridades locales a que garanticen que los autores rindan cuentas. Todos deben garantizar la entrega segura de los suministros», ha indicado la agencia a través de su perfil en la red social X.

La agencia de Naciones Unidas no ha revelado el lugar exacto del suceso, si bien cabe mencionar que la región vive una compleja situación de seguridad debido al conflicto. Seis localidades están bajo control de las RSF y las tres restantes están en manos del grupo rebelde Movimiento para la Liberación de Sudán (SLM), liderado por Abdul Wahid al Nur, que se unieron al Ejército a finales de 2023.

Tras la denuncia, la Organización Internacional de Derechos Humanos de Sudán (SIHRO) se ha solidarizado con el PMA y con «los miles de afectados por el reciente ataque». «Es un duro recordatorio de los retos a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios en todo el mundo. Unámonos para garantizar la seguridad de la entrega de ayuda y responsabilizar a los autores», ha manifestado.

La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) reveló el jueves que el país africano hace frente a sus peores niveles de inseguridad alimentaria aguda registrados hasta la fecha, con riesgo de hambruna en cinco localidades y nueve campamentos de desplazados y refugiados.

Alrededor 25,6 millones de sudaneses, más de la mitad de la población, harán frente a inseguridad alimentaria aguda entre junio y septiembre, incluidos cerca de 750.000 que sufren niveles catastróficos de inseguridad alimentaria.

La situación es «especialmente crítica» para las poblaciones atrapadas en las zonas en conflicto, especialmente en la capital, Jartum, y las regiones de Darfur, Kordofán y Gezira. El conflicto ha provocado además un desplazamiento masivo de población, afectaciones en las rutas de suministros y en la producción agrícola.

La guerra estalló el 15 de abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración de las paramilitares RSF –ahora declaradas como una organización terrorista– en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento definitivo de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del régimen de Omar Hasán al Bashir.