El fabricante sueco de vehículos eléctricos Polestar ha disparado sus pérdidas más de un 13%, hasta los 1.363 millones de euros registrados en 2023 desde los 1.204 millones de euros del año anterior, según ha informado el fabricante en un comunicado este viernes.
La débil demanda de vehículos eléctricos y los problemas organizativos a los que se ha tenido que enfrentar la empresa durante los últimos meses ha provocado el retraso a la hora de presentar sus cuentas ante el regulador por errores contables e infracción de las normas de cotización del Nasdaq.
Los ingresos disminuyeron un 3%, hasta quedarse apenas por encima de los 60 millones de euros, por los mayores descuentos y las menores ventas de créditos de carbono.
De la misma manera, el resultado bruto se desplomó hasta los 429 millones de euros por el deterioro de los activos intangibles del Polestar 2 y mayores gastos en planta y equipos.
Asimismo, el gasto en publicidad, ventas y promoción relacionadas con las campañas comerciales y eventos para los lanzamientos globales de Polestar 3 y Polestar 4 subieron un 1%, hasta los 115 millones de euros.
Las entregas a clientes del Polestar 3 ya han comenzado y aumentarán durante el verano, por lo que la firma espera poder darle la vuelta a estos números a lo largo de los próximos meses.
La empresa ha perdido casi un 95% de su capitalización desde su escisión del grupo Volvo hace casi dos años como consecuencia de un elevado gasto de tesorería y unas ventas más lentas de lo esperado en el segmento premium de vehículos cero emisiones.