Miguel Lorente propone un protocolo como el de EE.UU con los pederastas para informar al entorno de un condenado si hay riesgo de reincidencia.
El forense experto del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial y exdeleado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha explicado que la Navidad es una de las épocas del año en la que se registra una mayor incidencia de violencia machista debido a que los maltratadores ven más cuestionada su autoridad sobre la víctima y su control sobre ella.
Preguntado por el repunte registrado el pasado mes de diciembre y el trágico inicio de este 2023 –con tres asesinatos en investigación en un solo día y uno cometido por un hombre con antecedentes– Lorente ha apuntado que, tanto julio y agosto, como diciembre y enero, son dos épocas en las que se produce una mayor incidencia de sucesos machistas, especialmente en los domicilios.
Según ha indicado, en declaraciones a Europa Press, ha media de crímenes por violencia de género en los meses de verano es de 5,5 mujeres, y de 4,7 los meses en los que se celebra la Navidad. Esto se debe a la «dinámica relacional» que se produce en ellos, con una mayor convivencia de las parejas, se elimina la rutina habitual y se realizan más planes, además de tomarse más decisiones.
UN CUESTIONAMIENTO DE SU AUTORIDAD
«Tanto en verano como en Navidad, hay conflictos familiares, se toman decisiones y el agresor lo siente como un cuestionamiento de su autoridad. Al mismo tiempo, este percibe que ha fracasado en sus objetivo, que es el aislamiento de la víctima de una fuente de apoyo externo, distanciarla de la familia y sus amistades. Cuando la familia está cerca, la mujer tiene una red de apoyo», ha explicado.
Lorente ha señalado en que «los maltratadores lo son por decisión» y, como ejemplo, ha puesto algunos testimonios que él recoge en su labor como forense de maltratadores que reconocen que han pegado a sus víctimas pero aseguran que son ellas «las que se empeñan en llevarles al contraria». «Parten de una posición de referencia de su autoridad sobre ellas», ha indicado, para añadir que es desde ese punto en el que los maltratadores construyen la violencia.
Esta situación de pérdida de autoridad provoca, además, en el maltratador «una especie de acumulación» de su ira. De ahí que la mayoría de los crímenes se produzcan «entre las ocho de la tarde y las dos de la mañana». Así lo ha recogido el propio Lorente en los informes que elabora para el CGPJ analizando los casos en los que trabaja como forense.
FALTA DE CONTROL CUANDO NO HAY CONVIVENCIA
La falta de control, por su parte, es el motivo del asesinato machista cuando agresor y víctima no viven juntos. En este sentido, el experto ha señalado que, en el día a día, la expareja conoce la rutina de su víctima, pero durante los periodos de vacaciones o fiestas su vida cambia y tiene más momentos de ocio con amigos. «Es esa pérdida de control sobre su vida la que provoca el incremento de la violencia», ha insistido.
Además, según ha señalado, el hecho de que sea una época en el que se conocen más casos provoca «un refuerzo» en las intenciones de homicidio del maltratado. Lorente ha señalado, en este aspecto, que «no se trata de un efecto llamada como algunos dicen», sino que los maltratadores «que ya tienen pensado matar» toman «como referencia» los «argumentos» de estos casos y «refuerzan su decisión» o «se sienten identificados» con los otros agresores.
De hecho, el exsecretario de Estado contra la Violencia de Género ha señalado que el repunte de asesinatos en verano y Navidad se producen porque hay factores de riesgo, pero apunta que estos «no son determinantes». Y, en este sentido, señala que hay en el archivo histórico de esta lacra meses de verano o de Navidad en los que apenas se han contabilizado víctimas.
ELEVAR EL NIVEL DE RIESGO EN ESTAS FECHAS
Como propuestas para intentar evitar estas situaciones, Lorente propone elevar los niveles de riesgo de las víctimas durante estas épocas. El experto cree que debe dar igual la época o la hora a la que se le hace el test de riesgo a la víctima para su registro en el sistema de seguridad. A su juicio, si este es leve, en Navidad debería «elevarse» porque «hay factores de mayor incidencia». También los elevaría ante repuntes como los registrados en las últimas semanas del año, por «riesgo ante homicidios previos».
También llama a poner en marcha un protocolo similar al de Estados Unidos con los pederastas que obliga, en el caso de casos menos peligrosos, a que la policía cercana a la zona en la que vive esta personas esté informada de su caso y haga seguimiento del mismo; en casos intermedios, informar a instituciones como colegios o lugares de ocio; y en casos de finalización de condena pero con riesgo de reincidencia, a todo el vecindario o familias que podrían ser perjudicadas.
Lorente lamenta que siempre que se proponen medidas en este sentido, parte de la sociedad se «escandalice» y «ponga el grito en el cielo». «Estamos hablando de 60 mujeres asesinadas al año y de una violencia que representa aproximadamente el 27% del total de homicidios que se cometen en España», ha apuntado.
En este sentido, ha apuntado que, de las asesinadas en 2022, un 42% había denunciado, mientras que un 58% no lo hizo, una cifra que sigue siendo mayoría. Es por eso que pide al Gobierno centrarse en esa circunstancia y «no limitar la solución de la crisis» a una mejor atención de las víctimas.
Para Lorente, la situación que vive el país con esta lacra es, en parte, consecuencia de la postura «pasiva» que existe «con el negacionismo» sobre esta materia.
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