El Gobierno de Siria ha extendido el permiso de la ONY para permitir la entrada de ayuda humanitaria a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, que conecta el noroeste de Siria y el sur de Turquía y que está bajo control de grupos rebeldes, con una duración de seis meses, hasta el 13 de enero de 2025.
Así lo ha confirmado el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, durante una rueda de prensa en la que ha asegurado que «esta extensión es esencial» para su operación transfronteriza, «que sigue siendo un salvavidas para la población del noroeste de Siria».
«Cada mes, nosotros y nuestros socios llegamos, en promedio, a más de un millón de personas con servicios críticos de asistencia y protección. Esto es significativamente menor que en años anteriores debido al creciente déficit de financiación», ha manifestado antes de detallar que el Plan de Respuesta Humanitaria para Siria de este año está financiado solamente al 20 por ciento, con 780 millones de dólares.
Dujarric ha subrayado que este cruce, que proporciona rutas directas a la ciudad de Idlib, donde residen más de dos tercios de la población necesitada del noroeste de Siria, es el más utilizado. De hecho, en lo que va de año más del 90 por ciento de los camiones que transportaban ayuda de la ONU (y el 70 por ciento de las misiones realizadas por la ONU) utilizaron este paso.
Hay otros dos pasos fronterizos, Bab al Salam y Al Raee, que están autorizados para su uso hasta el 13 de agosto de este año, si bien el organismo internacional se encuentra negociando una nueva prórroga al respecto. Estos cruces se reabrieron tras los terremotos de febrero del año pasado que dejaron decenas de miles de muertos en ambos lados de la frontera. El objetivo ha sido facilitar la entrada de ayuda humanitaria, acelerar la aprobación de visados y el desplazamiento entre centros logísticos.