Los gobiernos de Francia y Alemania han convocado este lunes a diplomáticos iraníes en protesta por la ejecución de tres presos acusados de matar a varios agentes de Policía durante las protestas antigubernamentales que han tenido lugar en el país desde el pasado mes de septiembre.
El Ministerio de Exteriores francés ha explicado en su perfil oficial de Twitter que ha convocado al encargado de negocios iraní, Seyed Hosein Samimifar, para transmitirle su «más enérgica condena a las ejecuciones y represión en Irán».
Francia también ha expresado en un comunicado su «constante oposición a la pena de muerte, en todos los lugares y en todas las circunstancias», así como su «compromiso con la abolición universal de este castigo injusto e inhumano».
De esta forma, el Ministerio de Exteriores francés ha explicado que estas «espantosas» ejecuciones se suman a «las muchas otras violaciones graves e inaceptables de los derechos y libertades fundamentales cometidas por las autoridades iraníes», por lo que han pedido a Teherán que pongan fin a estas acciones.
Por su parte, la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, ha convocado al embajador iraní en Berlín, Mahmud Farazandeh, para expresarle «que la brutal represión» contra la población, así como las últimas ejecuciones «no permanecerán sin consecuencias».
El Gobierno alemán también ha condenado «en los términos más enérgicos posibles el uso continuado por parte del régimen iraní de la pena de muerte como medio de represión». «Pedimos a Irán que libere sin demora a todos los encarcelados injustamente», ha dicho el portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit, según ha recogido DPA.
Finalmente, la ministra de Relaciones Exteriores de Noruega, Anniken Huitfeldt, también condenó las nuevas ejecuciones el sábado e instó a las autoridades a «responder a las protestas con reformas significativas y detener de inmediato las ejecuciones».
Estas nuevas condenas, que pueden ser todavía recurridas, sitúan en 17 el número total de personas que ha sido condenadas a muerte en relación con las protestas, que comenzaron hace ya más de tres meses tras la muerte de la joven Mahsa Amini.
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