El expresidente de la Generalitat y candidato de Junts a la reelección, Carles Puigdemont, se ha refirmado este sábado en su decisión de volver a Cataluña y de asistir a un debate de investidura del Parlament: «Mi obligación es ir al Parlament si hay debate de investidura. Yo estaré allí, presidente. Estaré en el Parlament. Y sólo un golpe de estado me podrá impedir estar allí».
Lo ha asegurado ante unas 1.500 personas en Amélie-les-Bains-Palalda (Francia), en un acto organizado por Junts para apoyar su posible regreso a Cataluña y con motivo del cuarto aniversario de la fundación del partido, en el que también ha participado el secretario general de Junts, Jordi Turull; la presidenta, Laura Borràs; el exlíder de la formación al Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, y el ya exsenador Josep Lluís Cleries.
Tras apuntar que su vuelta es una decisión política, ha añadido que se comprometió a volver a Cataluña y ha asegurado que es lo que hará, dejando claro que «nadie» se lo podrá impedir.
«No habrá más campañas electorales en el exilio. Las próximas campañas electorales serán allí y yo estaré, cueste lo que cueste y pese a quien le pese», ha recalcado Puigdemont, tras defender que su situación, junto con la de los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig, debe acabar, y más después de aprobarse la Ley de Amnistía.
De hecho, se ha mostrado convencido de que la amnistía «acababa y debe acabar con el exilio, y es una voluntad democrática que ningún juez puede impedir».
FISCAL GENERAL
«Cuando un parlamento democráticamente escogido toma una decisión, vota una ley y entra en vigor, los jueces tienen el deber y la obligación de aplicarla. Y cuando no la aplican, están cometiendo un delito. Y espero que el Fiscal General del Estado lo persiga», ha destacado.
Así, ha llamado a las autoridades a que eviten una detención «ilegal y arbitraria, contra la que ya se posicionó Naciones Unidas en el caso de los ‘Jordis», ha dicho en relación al encarcelamiento en su momento del expresidente de la ANC y exsecretario general de Junts, Jordi Sánchez –-presente en el acto–, y del expresidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.
Según Puigdemont, su posible detención debe servir para que el independentismo se refuerce, se cargue de energía y capacidad de respuesta con el objetivo de poder salir de «la cárcel de España», y ha aprovechado para acusar al Gobierno de Pedro Sánchez de no pronunciarse sobre la actitud de algunos jueces con la amnistía.
«Antes había Tejeros, Milans del Bosch y Armadas, y podíamos ver como perpetraban un golpe de estado. Querían lo mismo que los de la ‘toga nostra’, que un parlamento no pueda tomar decisiones, sobre todo si son decisiones que no les gustan», ha sostenido el expresidente, convencido de que estos jueces quieren la fotografía de su encarcelamiento y evitar su regreso en libertad a Cataluña.
ILLA, UNA «AMENAZA REAL»
También ha advertido de la «amenaza real de que haya un Govern presidido por la versión más españolista del PSC, mucho más cercano a lo que representa Josep Borrell que a lo que representó José Montilla o a las antípodas de lo que representó Pasqual Maragall», ha dicho ante la posibilidad de que haya un acuerdo entre los socialistas y ERC para investir al primer secretario del PSC, Salvador Illa.
Antes, Turull también ha cargado contra este posible escenario y ha avisado de que con Illa «no está en juego la llave de la caja, está en juego la llave de la nación».
«Si Illa es presidente tendremos que olvidarnos de construir un estado propio. El trabajo será para salvar la nación», ha exclamado el dirigente de Junts, que ha asegurado que, pase lo que pase durante los próximos días o semanas, estarán al lado de Puigdemont.
Pese a lo que les digan, Turull ha reivindicado que, hasta ahora, el resultado de las elecciones ha facilitado la configuración de una Mesa con mayoría independentista: «De momento, minuto resultado, es independentismo 1, Salvador Illa 0. Y no pararemos para ganar 2 a 0».
Borràs también se ha dirigido al expresidente catalán para dejarle claro que están a su lado y que lo estarán en el futuro, como asegura que han hecho siempre.
También ha apelado a ERC, a la CUP, a los abstencionistas y a los que estén cansados a darse la mano de nuevo como independentistas, a volver a ir unidos y a no equivocarse: «Los de Junts estamos aquí sin retrovisor y sin reproches. No fallemos al país, no fallemos a la sociedad catalana y sobre todo no fallemos a las generaciones futuras».
TRIAS Y CLERIES
En su discurso, Trias también ha llamado a no confiar en los socialistas, empezando por el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y pasando por el primer secretario del PSC, Salvador Illa: «Muy buena cara, muy buenos gestos, pero os clavará siempre una puñalada por la espalda. No os fiéis nunca de esta gente».
Tras bromear con su despedida de la política, que ha comparado con cuando se celebra un funeral en que todos hablan bien de los muertos, ha asegurado que seguirá luchando para que Puigdemont pueda ser presidente de la Generalitat, ha agradecido el apoyo recibido durante toda su carrera política cuando militaba en la extinta CDC y ahora en Junts, y tras ello ha puesto la alcaldía de Barcelona como el objetivo a conseguir.
Cleries, visiblemente emocionado, ha repasado su trayectoria política, ha explicado que su puerta giratoria se llama jubilación, pero ha recalcado que no se jubila de la política porque «antes de estar en un cargo político, ya hacía política».