El fabricante estadounidense de vehículos Nikola redujo más de un 27% sus pérdidas durante el primer semestre del ejercicio hasta los 281.000 millones de dólares (unos 257.000 euros) gracias a la sólida demanda de camiones de hidrógeno, según ha informado este viernes la compañía en un comunicado.

Las entregas de estos vehículos pesados de gran cilindrada están ayudando a la recuperación de las cuentas de la compañía en pleno viraje de la estrategia empresarial con la que trata de alejarse de los automóviles de batería y apostar por la tecnología de hidrógeno.

Las entregas de vehículos durante el último trimestre se dispararon un 80% hasta los 72 camiones en plena desaceleración de toda la industria a raíz de las dudas de los particulares y las empresas ante la adquisición de vehículos de nueva propulsión.

En este contexto, la producción de camiones aumentó un 25% entre enero y junio hasta las 120 unidades desde las 96 ensambladas hace un año con un margen de beneficio que se incrementó 96 puntos básicos hasta el 289%.

De hecho, Nikola ha afirmado que a lo largo de este año espera poder haber completado el lanzamiento de todos sus camiones eléctricos de batería renovados tras un periodo de elevadas inversiones para hacer frente a la actualización de los modelos con el objetivo de conseguir una mayor autonomía de las gamas.

«Tras los últimos tres trimestres de producción en serie, hemos demostrado que Nikola es el líder. Somos el catalizador para revolucionar el transporte y hacer realidad las cero emisiones», ha afirmado el presidente y director ejecutivo de la compañía, Steve Girsky.

Las acciones de Nikola suben durante la jornada de este viernes más de un 4% en el Nasdaq estadounidense hasta cotizar sobre los 8,12 dólares (7,32 euros por título). El último año la compañía automovilística ha perdido casi un 90% de capitalización de mercado.