Los escorpiones marinos, depredadores de más de dos metros que patrullaban los hábitats acuáticos de la Tierra hace cientos de millones de años, son el foco de un considerable misterio científico.
También conocidos como euriptéridos, estos parientes extintos de los cangrejos herradura, arañas y escorpiones actuales a veces llegaban a medir más de dos metros de largo y, en su apogeo hace unos 430 millones de años, estaban entre los principales depredadores del planeta. Pero los paleontólogos han debatido sobre la causa del gigantismo de los euriptéridos, especulando que tenía que ver con todo, desde la temperatura del agua hasta los cambios en el hábitat.
Un estudio de la Universidad de Yale publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B sugiere que los investigadores que exploran los factores que se esconden detrás del tamaño inusual de estos animales tal vez deban volver a empezar desde cero.
«No encontramos ninguna correlación entre la evolución del tamaño gigante en los euriptéridos y los cambios en los niveles de oxígeno del hábitat, la temperatura, la latitud o la diversidad local, todos los cuales se han propuesto como explicaciones para la evolución del tamaño gigante», dijo en un comunicado Alex Ruebenstahl, estudiante de doctorado en ciencias de la Tierra y planetarias y coautor principal de la investigación.
Para el estudio, los investigadores analizaron 138 especies de euriptéridos y reunieron un conjunto de datos de temperatura de la superficie del mar, niveles de oxígeno disuelto y otros datos relacionados con el hábitat antiguo.
EL GIGANTISMO NO RESPONDIÓ A FACTORES AMBIENTALES
Descubrieron que la evolución del tamaño gigante en los euriptéridos fue rápida y, en algunos casos, las especies gigantes evolucionaron entre parientes mucho más pequeños. También descubrieron que los euriptéridos desarrollaron un tamaño gigante al menos nueve veces de forma independiente en diferentes grupos.
El gigantismo de los euriptéridos no fue necesariamente una respuesta a factores ambientales, dijeron los investigadores, y señalaron que las características de los propios euriptéridos, como su estrategia reproductiva o el tamaño de su genoma, pueden haberles permitido evolucionar rápidamente hasta alcanzar un tamaño gigante.
«El gigantismo es una característica importante de estos notables artrópodos fósiles y el nuestro es el primer análisis exhaustivo del fenómeno en un contexto filogenético, es decir, considerando sus relaciones e historia evolutiva», dijo Derek Briggs, profesor de Ciencias de la Tierra y Planetarias y autor principal del estudio.