El Gobierno de Hungría ha superado el plazo dado por la Comisión Europea para responder a las dudas que plantean sus planes de facilitar visados laborales y permisos de residencia a ciudadanos rusos y bielorrusos, que según viene alertando Bruselas supone un riesgo a la seguridad todo el espacio Schengen.

En rueda de prensa desde la capital europea, la portavoz comunitaria, Anitta Hipper, ha confirmado que Bruselas no ha recibido respuesta a las dudas planteadas, superando así el límite que fijó para el 19 de agosto. «Entendemos que las autoridades húngaras están preparando su contestación», ha señalado.

A principios de mes, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, advirtió en una carta al gobierno de Viktor Orbán que facilitar visados a ciudadanos rusos y bielorrusos representa una amenaza de seguridad para el bloque, además de una posible violación de las sanciones europeas por la invasión rusa de Ucrania.

En este sentido, dio de plazo hasta el día 19 para que Budapest, que ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, respondiera a una serie de cuestiones que inquietan a Bruselas.

En todo caso, la portavoz ha evitado hablar de represalias a las autoridades húngaras, con las que mantiene contacto, y ha recalcado que el Ejecutivo europeo tiene que estudiará la implicación y alcance de los planes de visados de Budapest.

Así ha indicado que, con todo, Hungría se rige por las reglas y códigos europeos de fronteras por lo que la emisión de un visado tiene que pasar unos controles y cumplir con que no haya alertas de seguridad relativas al individuo beneficiado.

La cuestión ha levantado ampollas en el seno de la UE, después de que ocho países bálticos y nórdicos hayan expresado malestar por la decisión del Gobierno de Hungría y pedido a la Comisión Europea que comparta «cualquier información adicional» cuando reciba una respuesta por parte de las autoridades magiares.