La selección española masculina de baloncesto en silla de ruedas logró este domingo amarrar la segunda plaza de su grupo de los Juegos Paralímpicos de París al derrotar 53-68 a los Países Bajos, mientras que la femenina encajó una nueva derrota al perder (49-81) ante Canadá.
España necesitaba ganar al combinado neerlandés para finalizar segunda y tener en teoría un cruce más sencillo en los cuartos de final. Cumplió, y pese a la cierta holgura del marcador, no consiguió deshacerse de su rival hasta el cuarto final, liderada por Ignacio Ortega (19 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias). Ahora, espera a Canadá o Alemania para el partido que decidirá si lucha o por las medallas.
El arranque auguró un choque complicado entre dos equipos que en el pasado Europeo se vieron las caras en semifinales con victoria clara española (76-57). Liderada por Mattijs Bellers, que acabó con 22 puntos y 11 rebotes, Países Bajos empezó más acertada y puso un 8-1 en el marcador.
Poco a poco, el combinado que dirige Abraham Carrión se fue rehaciendo y aunque le costó encontrar su mejor ritmo ofensivo y a un jugador como Ignacio Ortega, dos canastas seguidas, una sobre la bocina de mucha calidad de Asier García, le acercaron al término del primer cuarto (18-14).
A partir de ahí, la subcampeona paralímpica en Río de Janeiro se fue enchufando, sobre todo de la mano de la muñeca de Jordi Ruiz, que empezó a dar puntos. Atrás también hubo mejora para controlar mejor a Bellers y un parcial de 0-9 volteó el marcador (24-27) y permitió a los españoles irse al descanso por delante (31-35).
Pero de vestuarios Países Bajos salió dispuesta a vender cara su derrota y se volvió a poner por delante tras un triple de Bellers. Entonces, surgió la figura de ‘Pincho’ Ortega, que olvidó su mala primera parte y fue clave en la segunda. Empezó a ver aro y eso ayudó a que el control en el marcador fuese de la subcampeona de Europa.
El 46-49 de cara a los diez minutos finales no daba margen a la relajación, pero Ortega se encargó de que pudiese haber algo. Un triple suyo puso la máxima, plataforma de la escapada ya final ante un rival al que le faltaron más recursos para llegar más cerca al tramo final.
«Por ahora sí, objetivo cumplido, pero el gordo todavía tiene que llegar. Estamos muy contentos con el resultado», señaló Ortega a Europa Press tras el partido. «Partido supercomplicado, yo creo que los dos nos jugábamos un puesto que los dos queríamos y es verdad que nos ha costado un poco encendernos en ese primer cuarto», añadió.
El madrileño no escondió que los neerlandeses salieron «más fuertes». «Pero creo que lo importante es que nos hemos sabido recomponer. Hemos confiado el uno en el otro y hemos sabido crecer», remarcó, feliz de haber mejorado a nivel personal tras el descanso. «La verdad es que ha hecho bien a Abraham en cambiarme y poder respirar un poquito porque lo necesitaba», admitió.
«He salido un poco tenso, pero me han salido las cosas muy bien y he sabido recomponerme gracias a mis compañeros que me dan mucha confianza y he podido salir mucho mejor en la segunda parte», subrayó el internacional, que sabe que «en este momento en el torneo es difícil elegir porque todos son equipos tan grandes que te pueden echar en cualquier momento», aunque cree que buscan «un poco más» medirse a Canadá, pese a que «tienen al mejor jugador del mundo sin comparación, Patrick Anderson, una eterna leyenda».
Finalmente, elogió la profundidad del equipo en el que «cualquier quinteto en pista puede funcionar». «Los 12 jugadores tenemos posibilidad de competir en este nivel y eso es lo que nos hace muy grandes. Al final también está la confianza en uno y en otro, yo sé que si salgo el partido no se va a ir para abajo y que si un compañero entra por otro va a aportar más o menos lo mismo que lo hacía el anterior. Estamos todos muy cómodos, tanto fuera de la cancha como dentro, y se notan los resultados», sentenció.
Por otro lado, el combinado femenino cerró su fase de grupos con una nueva derrota al caer por 49-81 ante una Canadá que contó con una imparable Kelly Dandeneau, autora de 36 puntos, 12 rebotes y 12 asistencias y a la que las españolas no pudieron parar.
La norteamericana y la dura defensa de su equipo pusieron las cosas muy complicadas a España, que sólo pudieron aguantar a su rival el primer (14-21). Poco a poco, la distancia se fue abriendo a favor de las canadienses y equipo que dirige Franck Belén no dejó de pelear para al menos superar los 40 puntos, algo que no había logrado aún en la cita. La actual bronce continental acaba así cuarta de grupos y se medirá ahora seguramente a la gran favorita al oro, Países Bajos.