El Ejército de Israel ha lanzado este miércoles de madrugada más de una decena de bombardeos contra los suburbios del sur de la capital de Líbano, Beirut, bastión del partido-milicia chií libanés Hezbolá, mientras que han seguido atacando otras zonas del país.
Según ha informado la cadena de televisión Al Manar, vinculada a Hezbolá, los cazas israelíes han lanzado once ataques contra los suburbios de Beirut en aproximadamente dos horas. Además, han atacado también la ciudad de Jiam, en el sur, y Baabek y Becá, en el este de Líbano.
Por el momento, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) únicamente han anunciado «ataques contra objetivos terroristas en Beirut», si bien no han dado más detalles sobre sus operaciones lanzadas durante la noche, de las que se desconoce también por ahora el balance de víctimas.
Asimismo, ha recalcado que durante los últimos días ha llevado a cabo «una serie de ataques selectivos» en Beirut contra «lugares de producción de munición» y «otra infraestructura terrorista». «Antes de los ataques se dieron muchos pasos para reducir la posibilidad de dañar a los no implicados», ha argumentado, en medio de las denuncias por la elevada cifra de muertos.
«Hezbolá pone sus instalaciones de producción y medios de guerra debajo de edificios residenciales en el corazón de Beirut, poniendo en riesgo a la población de la zona», ha denunciado, al tiempo que ha sostenido que «los ataques tenían como objetivo dañar las capacidades de la organización». «Las FDI siguen atacando con fuerza para dañar y destruir las capacidades militares y la infraestructura de Hezbolá», ha zanjado.
Durante la jornada anterior se registraron 55 muertos y 156 heridos en todo el país e Israel ha matado a más de un millar en las últimas dos semanas, incluido el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá. Además, las FDI han anunciado la muerte de un alto mando de Hezbolá, Alfakar Hanawi, en un ataque en Beirut, a quien acusan de haber estado a cargo de la ingeniería de la unidad ‘Aziz’ y de las fuerzas de Hezbolá en la región de Alepo.
Tal y como han indicado, también fue comandante de la división ‘Iman Hossein’, «con el pleno apoyo de (el general iraní muerto en un bombardeo de EEUU en Irak) Qasem Soleimani y Hasán Nasralá». «La división constituye un marco de ejercicios de fuerza con importantes capacidades para Hezbolá, y está formada por miles de terroristas con diferentes identidades de todo Oriente Próximo», ha agregado.
Sin embargo, desde octubre de 2023 esta división se habría trasladado a Líbano para trabajar «estrechamente en coordinación con las unidades del frente sur de Hezbolá», participando «activamente en los combates» y llevando a cabo ataques con misiles antitanque, drones y un «extenso lanzamiento de cohetes hacia los asentamientos del norte». También habría participado en «el lanzamiento de drones explosivos hacia las profundidades de Israel» como un ataque contra una escuela en la ciudad de Eilat (sur).
Horas antes, habían informado de la muerte de otro comandante de Hezbolá, identificado como Mohamed Yafar Kasir, que pertenecía a la unidad 4400 de Hezbolá, que se dedica a entregar armas desde Irán a territorio libanés. Estaba involucrado en cientos de operaciones de contrabando y fue responsable de transferencias financieras desde Irán y Siria hacia Líbano «por valor de cientos de millones de dólares cada año» para las actividades de la milicia.
El Ejército de Israel lanzó el martes una nueva invasión de Líbano, describiéndola como una operación «selectiva y limitada» contra «objetivos terroristas e infraestructuras» de Hezbolá, argumentando que suponen «una amenaza inmediata y real para los asentamientos israelíes en la frontera norte».
El repunte de las hostilidades se enmarca en los enfrentamientos desde hace cerca de un año, después de que Hezbolá atacara territorio israelí un día después de los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas, que llevaron a Israel a desatar una cruenta ofensiva contra la Franja de Gaza.