El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha pedido este jueves a la Administración israelí de Benjamin Netanyahu que tome medidas para revocar la ley para deportar a familiares de «terroristas» convictos a la Franja de Gaza o a otros destinos, considerando que se trata de leyes «injustas que degradan la dignidad humana».
Asimismo, ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional y a las instituciones de Derechos Humanos para que condenen esta ley «que viola las normas más básicas» de derechos Humanos «y se enmarca en una política de castigo colectivo», según reza un comunicado recogido por el diario palestino ‘Filastín’, vinculado al grupo.
Hamás ha remarcado que la aprobación de esta norma por parte de la Knesset –Parlamento israelí– para expulsar a familias palestinas del territorio ocupado «bajo el pretexto de que uno de sus miembros llevó a cabo operaciones suicidas» es «una reafirmación del enfoque hostil y racista, y del desplazamiento forzado» contra el pueblo palestino.
Por otro lado, ha condenado la aprobación de una ley para juzgar y encarcelar a niños palestinos menores de 14 años «como castigo por su resistencia y rechazo a la ocupación», denunciando que se trata de una «flagrante violación de los pactos y tratados internacionales y de las Convenciones de la ONU sobre los derechos de los niños». «Es una medida criminal que se produce en el contexto de las atrocidades practicadas por la ocupación fascista contra todos los segmentos de nuestro pueblo», ha concluido.
Durante la jornada, el Parlamento israelí también ha aprobado una ley que da al Ministerio de Educación las competencias necesarias para despedir a aquellos profesores que considere que «apoyan el terrorismo» y muestran «compasión» o «solidaridad» con actos de este tipo perpetrados contra el país. La legislación permitirá al Gobierno cortar los fondos destinados a aquellos colegios que muestren apoyo a ataques contra ciudadanos israelíes u objetivos en el interior del país.