La ONG Human Rights Watch (HRW) ha afirmado este miércoles que las condenas contra los 45 disidentes de Hong Kong en el marco de la ley de seguridad nacional «ponen de relieve la pésima situación de los Derechos Humanos» en la región, por lo que ha pedido a las autoridades que anulen las sentencias y liberen «de inmediato» a los condenados, y ha señalado que las autoridades están aplicando «arbitrariamente» una ambigua ley «para reprimir el movimiento por la democracia.
«Las crueles condenas impuestas a decenas de destacados activistas por la democracia demuestran lo rápido que han caído en picado las libertades civiles y el Estado de derecho en Hong Kong en los cuatro años transcurridos desde que el Gobierno chino impuso la draconiana Ley de Seguridad Nacional en la ciudad», ha declarado la directora asociada para China de HRW, Maya Wang, que ha criticado que «intentar presentarse y ganar unas elecciones en Hong Kong es ahora un delito que conlleva hasta diez años de prisión».
HRW ha pedido a los Gobiernos «ir más allá de criticar estas escandalosas condenas por cargos falsos, y apliar sanciones selectivas a los funcionarios responsables y emprender otras acciones concretas». «Deben trabajar por una estrategia más integral sobre China, incorporando los Derechos Humanos en el centro de sus relaciones con el Gobierno chino», ha agregado Wang.
Asimismo, ha denunciado que «muchos aspectos» de la detención y el proceso han violado las normas internacionales de debido proceso, incluida la prisión preventiva prolongada, puesto que algunos de ellos han estado más de tres años encarcelados. También han negado repetidamente el acceso de funcionarios consulares, como lo exige el Derecho Internacional, a un ciudadano con nacionalidad australiana.
Las personas condenadas este martes forman parte del grupo (con edades comprendidas ente 26 y 68 años) conocido como ‘los 47 de Hong Kong’, y entre ellos hay activistas, diputados y concejales acusados de conspirar para «cometer actos de subversión» en el marco de las elecciones primarias de 2020.
El jurista Benny Tai ha recibido la condena más alta, a diez años de prisión, tras ser hallado culpable de ser el «cerebro» de la supuesta conspiración contra el Gobierno. En un principio, recibió una sentencia de 15 años, pero fue reducida a diez después de que los jueces tuvieran en cuenta su declaración de culpabilidad.
Joshua Wong, uno de los rostros más visibles del movimiento, ha sido condenado a cuatro años y ocho meses de prisión después de recibir una reducción de un tercio al admitir la comisión de los delitos que se le imputaban.